El Concello de Vigo se suma a los municipios que han decidido repartir gratuitamente mascarillas entre la ciudadanía. El alcalde, Abel Caballero, anunció esta mañana en rueda de prensa telemática que se había iniciado el proceso de compra de 100.000 mascarillas, que deberían estar en la ciudad en diez días. Para acelerar el reparto, “un centro sanitario de la ciudad” (Povisa) adelantará 20.000 unidades, que luego el Concello le devolverá una vez llegue el cargamento de compra.
En cuanto a la procedencia de estas mascarillas, que serán quirúrgicas, el alcalde se limitó a explicar que llegan desde los “mercados internacionales” y que se han adquirido a través de “un intermediario que nos puso en contacto con un vendedor fiable”. Caballero evitó confirmar cuál será la procedencia de ese material más allá de asegurar que provienen de “proveedores de instituciones sanitarias de esta ciudad” y que el Concello no las va a pagar hasta recibirlas. El alcalde asegura que la garantía de la compra es del 95%. "Tuve ofertas y no las acepté porque no me fiaba", aseguró.
En los próximos días, el Concello anunciará cómo se efectuará el reparto, que en principio estará dirigido a “aquellas personas que salen a hacer la compra, a las panaderías, fruterías, etc”. La mecánica de cómo se hará el reparto se hará pública entre mañana y pasado.
Además de este primer cargamento, la intención municipal es realizar dos compras más para llegar a las 300.000 mascarillas, con las que se cubriría al 100% de los empadronados en la ciudad. Con todo, Caballero avisa que es la “voluntad” del Concello, pero dependerá del colapso del mercado ya que hay una demanda disparada que hace muy complejo adquirir nuevas mascarillas.
El regidor vigués volvió a recordar este martes que “Vigo no recibió ninguna mascarilla para repartir entre los ciudadanos procedente de la Xunta de Galicia” más allá de un paquete de 14.000 mascarillas. Sin embargo, estas unidades entregadas por la Xunta no se repartieron ya que el Concello denuncia que están caducadas desde 2014. “No estamos autorizados y no voy a repartir mascarillas caducadas”, zanjó el regidor vigués.