Que Vigo está de moda es de sobra conocido. Los perfiles en redes sociales que documentan la vida diaria de la ciudad y ensalzan a sus habitantes, paisajes y propuestas gastronómicas o culturales no dejan de multiplicarse. El turismo se ha disparado y el número de vigueses que sienten con orgullo la ciudad no deja de aumentar. La OCU ya certificó que los vigueses son los ciudadanos que mejor se sienten viviendo en una ciudad española. En 2023, el diario más leído del Reino Unido se rindió ante Vigo como el destino emergente de España y hace apenas unos meses The Telegraph eligió la ciudad como uno de los mejores destinos del Mundo y alabó la forma de vivir aquí. Ahora, Vigo suma un nuevo galardón: es la ciudad más feliz de España.
El Institute of Quality of Life (Instituto sobre la Calidad de la Vida) acaba de erigir a Vigo como la ciudad española más feliz en su Happy City Index 2024, en el que se clasifican las mejores ciudades del mundo. En ranking lo encabeza Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca, seguida de Zurich (Suiza) y Berlín (Alemania).
La primera urbe española clasificada es Vigo. Logra situarse en el puesto 58 al conseguir 1.556,1 puntos, los mismos que Bilbao, que se clasifica un puesto más abajo. La urbe olívica ha logrado en los últimos años sacudirse el sambenito de ciudad fea y triste, logrando captar la atención nacional pero también consiguiendo mejorar la autoestima de sus propios habitantes.
La ciudad se ha quitado de encima aquel viejo e injusto dicho que decía algo así como que Vigo trabaja, Pontevedra duerme, Santiago reza y A Coruña se divierte. La urbe se ha convertido en una metrópolis en la que sus ciudadanos ya no se esconden. Porque esa ciudad “turbulenta, dinámica, caótica, emprendedora y regida por la ética del trabajo” que definía Manuel Gago en “Cidades no Tempo” ahora cautiva. Y siguiendo al propio Gago, se erige como una ciudad de gran capacidad para romper tópicos.
Regresando al ranking, el Institute of Quality of Life establece el grupo de ciudades “comprometidas con el cultivo y el crecimiento de la felicidad, donde la educación, las políticas inclusivas, la economía, la movilidad, la protección del medio ambiente, el acceso a áreas verdes o la innovación no sólo sean componentes importantes de la política local, sino que también deben ser visibles en las soluciones implementadas que tienen un impacto directo en la calidad de vida de los residentes”.