Vilagarcía de Arousa ha vivido este martes una Festa da Auga marcada por el regreso de las lluvias, que contrasta con el nivel de sequía que afecta a parte del territorio gallego y que ha obligado a volver a los cubos y a prohibir el uso de mangueras en esta tradicional celebración.
Ha sido un día de San Roque con numerosa afluencia de gente a esta localidad pontevedresa, aunque "no hubo tanta como otros años", precisamente por las condiciones meteorológicas, según informan a Europa Press fuentes de Protección Civil.
Estas fuentes han señalado que no se registraron incidencias de carácter grave, más allá de cortes y otro tipo de percances leves. "Nada fuera de lo normal en estas fechas", apuntan desde Protección Civil.
Y es que los efectos de la sequía cambiaron este año el guión de una de las fiestas populares destacadas en Galicia, la Festa da Auga de Vilagarcía de Arousa, que volvió al origen con los cubos de agua pero se despidió de las mangueras de Praza de Galicia y en Conde Vallellano.