Solo unas horas después de denunciar el ataque a varios autobuses de su flota, Vitrasa ha vuelto a emitir un comunicado en el que lamenta un nuevo episodio de vandalismo contra dos autobuses a lo largo de la noche de este martes.
En concreto, la compañía propiedad del grupo Avanza, a su vez en manos del mexicano Mobility Ado, señala que a última hora de la noche de este martes 28 de noviembre, cuando el servicio “ya estaba retirándose para la base”, dos autobuses sufrieron diversos ataques.
A las 23:21 horas el autocar que estaba cerca de las instalaciones de Vitrasa en la carretera de Camposancos sufrió el impacto de una bola rompiendo la ventana lateral izquierda, mientras que apenas unos minutos más tarde, a las 23:32 horas, el bus que realiza la línea 17 y que estaba ya “de retirada” cerca de la zona de Pereiró experimentó el impacto de un objeto que provocó la rotura de dos ventanas, según indica la empresa.
Vitrasa subraya que estos dos ataques se suman a los ocho registrados a primera hora del martes. “Afortunadamente ninguno de los vehículos llevaba viajeros a bordo y no hubo que lamentar daños personales”, señalan para “insistir en el epelgiro que suponen este tipo de actuaciones” que “pueden tener graves consecuencias más allá de los daños materiales”.
Huelga indefinida
Estos episodios se producen en un momento en el que los trabajadores están en huelga indefinida, tras años de desencuentros y protestas. A lo largo de esta semana, se están llevando a cabo una serie de protestas, después de que este lunes miembros del comité de empresa acudieran al pleno del Concello a pedir implicación por parte del gobierno local. Este viernes será el turno de una nueva manifestación desde Plaza de España hasta el Museo Marco a partir de las 19:00 horas.
El presidente del comité, Imanol Arnoso, ha criticado también la posición de la compañía, que los llamó a una mediación el pasado viernes, la cual ha tachado de "trampa". Según él, la dirección de la firma se presentó "con las manos vacías, sin ningún tipo de propuesta ni solución", simplemente planteando un calendario de reuniones para negociar a cambio de que se suspendiese la huelga hasta el 31 de diciembre o el 31 de enero.
"Queremos hechos, no palabras", ha reivindicado Arnoso, recordando que ya hubo un calendario de reuniones, llevándose a cabo más de 14 encuentros "que no valieron para nada". Precisamente la empresa ha lamentado este fin de semana en un comunicado que el comité rechazase la propuesta y decidiese mantener la huelga, considerándola una medida "completamente irresponsable", por llevar a muchos trabajadores a una situación "de desgaste" y por "perjudicar a la ciudadanía".