Minipiso de 30 metros cuadrados. Cocina, salón y habitación en el mismo espacio. Centro de Vigo. 900 euros. Estudio en el centro. 28 metros cuadrados. Posibilidad de cocinar desde el sofá cama del salón-cocina. Tercera planta sin ascensor. Ni garaje, por supuesto. 475 euros. Alquilar en Vigo es, hoy, misión imposible. La falta de promoción de viviendas, públicas y privada, ha creado una burbuja de alquiler que se traduce en precios desorbitados por apartamentos-zulos. Lo saben bien los que están buscando piso.
Según datos del portal inmobiliario “enalquiler”, en doce meses, el precio medio para alquilar en Vigo ha pasado de 728 a 891 euros, lo que supone un crecimiento superior al 22%. Según este portal, el alquiler medio en Vigo está 9 euros por debajo del sueldo mínimo, o lo que es lo mismo, si cobras el salario mínimo el 99% se va al alquiler. Otro de los referentes en el sector, idealista.com, sitúa el precio medio del metro cuadrado por encima de los 8 euros. Hace tres años era de 6,9. Esto significa que si en 2016 pagábamos 552 por un piso de 80 metros cuadrados, hoy debemos desembolsar casi 100 euros más de media. La situación se agrava con la falta de una política municipal y autonómica que permita suavizar la especulación.
Con el alquiler por las nubes, se explica que solo el 19% de los menores de 29 años vivan fuera del hogar familiar, según los datos del Observatorio de Emancipación Juvenil (OBJOVEM). De hecho, en Galicia, entre los jóvenes emancipados, solo la mitad vive de alquiler, lo que refleja el apoyo familiar para acceder a viviendas en propiedad o fruto de herencias.