Una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Guarda Nacional Republicana (GNR) desarrollada en dos fases ha logrado la desarticulación de un grupo criminal asentado en el municipio pontevedrés de O Rosal y con conexiones en Valencia al que se atribuye un centenar de robos en viviendas en el norte de Portugal con un botín conjunto de más de 2 millones de euros. La investigación contra esta banda itinerante de origen albanés, desarrollada bajo la coordinación de la Interpol, se inició en noviembre de 2021, cuando la policía lusa solicitó la colaboración de las autoridades españolas después de que se registrasen varios asaltos a viviendas en distintos puntos del norte del país, según ha informado este lunes la Guardia Civil.
En febrero de 2022 se produjo un primer operativo, en el que dos personas fueron arrestadas en Vila Nova da Cerveira (Portugal). Además, fue registrada una vivienda en el municipio pontevedrés de O Rosal, donde el grupo había establecido su domicilio habitual. Un tercer individuo logró huir, mientras que los dos arrestados ingresaron en prisión provisional por orden de la justicia portuguesa.
En la casa del sur de Pontevedra, los agentes se incautaron de joyas, complementos de firmas de lujo, dinero en metálico y equipos tecnológicos como teléfonos móviles, 'walkie talkies' o inhibidores de frecuencias, además de herramientas y dos vehículos de alta gama que usaban para los robos.
La banda elegía para sus robos viviendas con apariencia de lujo y, una vez asaltadas, escondían los objetos y las herramientas en zonas boscosas de Vila Nova da Cerveira. En total, el valor de los bienes sustraídos alcanza los dos millones de euros. La operación permaneció abierta para tratar de dar con el paradero de dos personas más que, según la información obtenida en el registro, actuaban como colaboradoras desde la provincia de Valencia aportando apoyo de la banda, a la que proporcionaban viviendas y vehículos para su estancia temporal en las zonas donde actuaban.
Las pesquisas concluyeron el pasado 10 de abril, cuando se desarrolló la segunda y última fase de la operación en Valencia. Allí fueron detenidas dos mujeres investigadas como cooperadoras necesarias. En su domicilio, fueron intervenidos ordenadores, 6.000 euros y documentación sobre el funcionamiento del grupo.