Este 2023 se cumplen 100 años de la primera visita del escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway a España, país con el que experimentó un "flechazo" encandilado por los toros y la bebida antes de la Guerra Civil, en la que ejerció de corresponsal, apoyando la causa republicana, para regresar posteriormente durante el régimen de Franco, con quien podría haber negociado en beneficio mutuo.
Ramón Buckley, hijo del que fuera corresponsal del Daily Telegraph en España y colega de Hemingway, Henry Buckley, explica en declaraciones a Europa Press la relación del escritor con el país, al cual llegó en barco por primera vez en la primavera de 1923 con Vigo como primera parada.
Desde aquella fecha hasta su muerte en 1961, el novelista recaló en España en numerosas ocasiones, por trabajo como corresponsal de guerra y por disfrute incluso durante el franquismo que había criticado duramente y que lo consideraba un enemigo por su apoyo a los republicanos.
El escritor había prometido no volver a territorio español durante el régimen, pero estas palabras quedaron en papel mojado cuando decidió hacerlo a partir de 1953, con los acuerdos hispano-americanos ya en marcha. Hemingway, movido por la nostalgia, volvió a pisar España con la promesa de no hacer comentarios sobre la Guerra Civil y Franco tras una advertencia que le transmitió el escritor José Luis Castillo-Puche, quien fue su amigo.
Según relata Buckley, con ello empezó un "quid pro quo" entre Hemingway y Franco. El primero accedió a no opinar sobre aquello que había criticado para poder volver a disfrutar de las tradiciones españolas y el segundo aprovechó el reconocimiento internacional que recibía el periodista, Nobel de Literatura en 1954, para mejorar su imagen de cara al exterior.
"A Franco le venía muy bien y a Hemingway también porque veía que iban pasando los San Fermines año tras año y no podía venir. Fue un quid pro quo. Estoy convencido de que hubo un intercambio entre ellos, una negociación", asegura el experto.
Respecto a los motivos de la primera visita del escritor a España, señala que fue por consejo de la autora estadounidense Gertrude Stein, quien le dijo que "sin lugar a dudas tenía que ir a España". En la época, se podía considerar al país un "paraíso" porque "se conservaba tal como era" por no haber vivido en los últimos tiempos una gran contienda.
"El propio Hemingway, como jovencito, había participado en todo eso, lo había vivido, y de repente descubre un país donde la gente no ha perdido su personalidad ni estaba machacada por la guerra. Y se enamora de España, sobre todo de Pamplona por las fiestas de San Fermín. Stein le dijo que iba a encontrar un país salvaje, con toros y bebida. Fue un flechazo", apunta Buckley.
También pisa Madrid por primera vez en 1923. En la capital conoce a Henry Buckley. Ambos trabajan como corresponsales de guerra, si bien el hijo del que fuera colega de Hemingway recuerda que este "ganaba 10 veces más" que su padre porque escribía crónicas que no salía en un solo medio, sino en "40 o 60 páginas".
Ruta del escritor en Madrid
En Madrid, el escritor frecuentó muchísimos lugares como las oficinas de Telefónica a la que acudía a mandar sus crónicas, pero entre sus espacios adorados estaban distintos bares. La Cervecería Alemana, donde atiende Buckley, fue uno de ellos. "Era su sitio", precisa el experto, quien define al escritor como un "recio bebedor" y "muy temperamental", tanto que en este local dejó su huella con una "raja" en una mesa provocada por un puñetazo en un enfado.
También fue un lugar especial el Museo Chicote, espacio en el que se desenvuelve el que para Buckley es el "mejor cuento corto" del escritor, 'La denuncia', o el Hostal Aguilar, donde se hospedó en su primera visita y se inspiró para escribir el relato 'La capital del mundo'.
Estos lugares, junto a otros, formarán parte precisamente de una serie de actividades para conmemorar el centenario de la primera visita del escritor a Madrid. Se trata de un programa organizado por la Asociación Ciudadana Soy de la Cuesta en colaboración con el Barrio de las Letras y el apoyo del Ayuntamiento de Madrid, que comenzará este 2 de junio y durará hasta el 4 de noviembre.
El programa arrancará el próximo fin de semana en el marco del Festival Cultuletras con una ruta gastronómica con propuestas inspiradas en el escritor, un taller de escritura exprés gratuito impartido por Antonio Rómar y el encuentro 'Toros y letras' el 2 de junio en la caseta 22en la Cuesta de Moyano.
Ya en septiembre, los días 10 y 17 de septiembre, el programa llevará a cabo la ruta '¿Por quién doblan las campanas', a cargo de Buckley, para recorrer los escenario de la Sierra de Guadarrama de la novela ambientada en la Guerra Civil. Además, el 24 de noviembre en el marco del programa literario 'Book Friday' se celebrará una nueva ruta gastronómica, una charla sobre el estilo narrativo del escritor y una room experience en la habitación 7 del Hostal Aguilar, espacio donde se hospedó que hoy se ha convertido en un reclamo turístico.
El Prado, entre sus lugares favoritos
La organización de estas actividades espera incluir una ruta por el Museo del Prado, que fue el "otro lugar favorito" del periodista, según ha expuesto la directora de Soy de la Cuesta, Lara Sánchez. Se trataría de un recorrido por los cuadros preferidos de Hemingway. "Le indignaba que dijera que venía a España exclusivamente a ver toros. Decía que su primer objetivo era el Museo del Prado", puntualiza al respecto Buckley.
También sobre Hemingway, quien "controlaba bastante español", Buckley ha recordado una anécdota en la batalla del Ebro, donde en medio de un ataque de aviones de Franco se genera una situación "desesperada" entre un grupo de unos cincos corresponsales en el río. De acuerdo al experto, fue el escritor quien "cogió los remos de una barca y empezó a remar" hasta "salvar la vida a los demás": "Hemingway me decía: ¿Sabes por qué estas vivo tú? Porque yo saqué a tu padre del río".
Hemingway y las mujeres
El experto también se ha referido a la fama de mujeriego del escritor, que vivió el mayor "trauma" de su vida al ser abandonado por la enfermera estadounidense Agnes von Kurowsky Stanfield, con quien iba a casarse. De este "fuerte desengaño", el autor escribió 'Adiós a las armas' y tras él sus relaciones fueron "mucho más difíciles", según Buckley. "Le duraban un tiempo limitado y tuvo hasta cinco mujeres distintas", apostilla.
Por último, subraya que las historias de Hemingway en España no se perderán con el tiempo, algo que comprueba por los muchos turistas, sobre todo estadounidenses, que le consultan sobre ello cuando van a visitar el país, uno que "marcó" al Nobel de Literatura: "Hemingway tenía una frase: 'Yo no nací en España pero eso no fue culpa mía'".