Con motivo de la XXIII edición del Medio Maratón Gran Bahía Vig-Bay, celebrada el pasado domingo 14 de abril, la Guardia Civil realizó un amplio despliegue de medios tanto por tierra, por mar y por aire. Debido a la gran afluencia de personas y a que el dispositivo de seguridad aérea lo conformaban el helicóptero del Cuerpo y drones operados por componentes de los Equipos Pegaso de Pontevedra y de Lugo, además de los de la Policía Local de Vigo, se estableció una restricción temporal del espacio aéreo (TRA), empleando sistemas de detección e inhibición de drones.
Durante el desarrollo de la prueba, a un kilómetro de la meta, en la localidad de Baiona, se detectó la presencia de un dron que vulneraba la protección del espacio aéreo, pudiendo poner el peligro la seguridad de los participantes, así como las aeronaves de Guardia Civil que componían el dispositivo de seguridad.
Por ello fue necesaria la intervención de los Equipos Pegaso, haciendo descender la aeronave no tripulada (dron) con medios de inhibición y procediendo posteriormente a la identificación del titular.
Se trata de un vecino de Ourense que, aunque está habilitado como piloto de dron, no había consultado, como es obligatorio la página ENAIRE Drones para comprobar la información aeronáutica diaria para ese día, con las restricciones actualizadas.
Estos hechos se pondrán en conocimiento de la Agencia de Seguridad Aérea quien podrá imponer sanciones desde 60 hasta 225.000 euros. Así mismo, se remitirá informe a la Dirección Xeral de Patrimonio natural ya que el lugar en el que se estaba efectuando dicho vuelo correspondía con una zona de especial protección para la naturaleza, donde el uso de dron está sujeto a una autorización específica, de la que el piloto carecía.