Un acusado de estafar a víctimas a las que contactaba por redes sociales para ofrecerles falsos alquileres de viviendas en Vigo, ha aceptado este martes 2 años de prisión, tras un acuerdo de conformidad que le permitirá eludir la cárcel, siempre que devuelva las cantidades estafadas.
El juicio por estos hechos estaba señalado para este martes en la sala de lo Penal 1 de Vigo, pero finalmente ha habido un acuerdo. De este modo, el acusado (para quien la Fiscalía pedía inicialmente 3 años de cárcel) ha reconocido los hechos y ha aceptado dos años de cárcel por un delito continuado de estafa, pena cuya ejecución queda suspendida a cambio de que abone la responsabilidad civil, que suma algo menos de 2.000 euros más intereses.
Según la acusación pública, al menos desde 2020 el acusado se dedicaba a contactar por redes sociales con sus víctimas, personas que acudían a esos medios para buscar viviendas en alquiler en la ciudad olívica.
Así, en verano de 2020 contactó con una persona que, a través de de redes sociales, expresó su deseo de alquilar una vivienda en Vigo para la temporada de verano. El acusado le ofreció una vivienda, por cuyo alquiler la víctima adelantó 660 euros mediante transferencia bancaria; sin embargo, cuando llegó el momento de la entrega de llaves, el acusado no apareció.
En octubre de ese año, una persona residente en Suiza dejó un mensaje en un grupo de Facebook informando de que buscaba una vivienda en Vigo para pasar sus vacaciones de invierno. El acusado contactó con él y le dijo que tenía varios pisos disponibles, logrando que el perjudicado le adelantase 300 euros. Cuando la víctima llegó a la ciudad, el acusado no se presentó a la cita y, tras llamarlo varias veces, le cogió el teléfono y le avisó de que se encontraba en Comisaría y no podía atenderlo en ese momento.
Víctima perceptora de ayuda de emergencia
Finalmente, en febrero de 2021, otra perjudicada dejó un mensaje en redes sociales sobre su búsqueda de vivienda en la ciudad. El acusado contactó con ella para ofrecerle un piso que, en ese momento, estaba alquilado, por lo que le pidió un adelanto de 490 euros para reservárselo.
La mujer fue perceptora de una ayuda de emergencia por parte del Concello de Vigo, por lo que fue la administración municipal la que realizó dos transferencias de 490 euros a la cuenta del acusado, en concepto de adelanto de dos mensualidades. Sin embargo, cuando llegó el momento de entrar en la vivienda, el acusado puso varias excusas y la mujer nunca llegó a entrar al piso.