El acusado de violar a la hija de su pareja en Baiona atribuye la denuncia a una "bronca" con la menor

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Un hombre acusado de agredir sexualmente a la hija menor de edad de su pareja y de hacerle fotos de contenido sexual, que es juzgado por la Audiencia Provincial de Pontevedra (sede de Vigo) y que se enfrenta a 25 años de prisión, ha negado los hechos y ha atribuido la denuncia a una "bronca" que recibió la menor por usar redes sociales cuando lo tenía prohibido.

En su comparecencia ante el tribunal, el acusado ha subrayado que convivió con la niña y su madre durante años en Baiona, y que la relación con la menor era una relación "de afecto, de padre e hija". Asimismo, ha negado que durmiera con la niña, o que hubiera tenido contactos sexuales con ella o le hubiera hecho fotografías de índole sexual.

A preguntas del Fiscal, sobre la aparición de restos de semen con su ADN en el colchón de la menor, o de restos de su ADN en una muestra de la vagina de la pequeña (tenía 14 años cuando denunció), el acusado ha justificado esas pruebas porque convivían y su rastro genético podría estar "por toda la casa". Además, ha indicado que el semen pudo llegar al colchón de la menor porque a veces éste estaba en la habitación de la pareja y, tras mantener relaciones, se limpiaban y tiraban la ropa encima de dicho colchón.

Según ha declarado, la menor presentó denuncia porque había tenido "bronca" en casa, ya que tenía prohibido acceder a redes sociales y había incumplido esa norma. Con todo, poco después, la denuncia fue retirada y la niña incluso confesó que no era cierto lo que había relatado acerca de los abusos.

De hecho, la pareja volvió a convivir, pero la relación entre la niña y el novio de su madre se tornó "fría", según ha reconocido el propio acusado, que ha explicado que la menor lo veía "con cara de odio".

Reapertura de diligencias

Tras la retirada de la denuncia, el juzgado reabrió el procedimiento, al descubrirse unas fotos en el teléfono del investigado, que parecían corresponderse con la menor. El procesado ha negado ese hecho, y ha atribuido las imágenes a una fotos de un chat, que él mismo eliminó, pero que en ningún caso lo retratan a él ni a la niña.

En el juicio, después de la declaración a puerta cerrada de la supuesta víctima y de una familiar, también menor de edad, ha comparecido como testigo la madre de la niña, quien ha explicado que, aunque era el acusado el que pasaba más tiempo en el domicilio con la menor, nunca sospechó que se estuvieran produciendo esas agresiones sexuales.

La niña recurrió a una tía para interponer denuncia ante la Guardia Civil, y confesó en primera instancia que hacía más de dos años que se producían esas agresiones, con penetración. Fueron los propios investigadores los que comunicaron a la madre la existencia de la denuncia.

Según ha explicado la progenitora, aunque inicialmente creyó a la niña, le insistió muchas veces preguntando si era cierto lo que relataba y, finalmente, la niña se retractó y modificó su versión. Además, ha señalado que retomó la relación con el acusado porque éste le contactó y la "manipuló", y los informes médicos de los exámenes realizados a la niña no revelaban lesiones ni indicio de agresión sexual.

En el juicio, la madre ha reconocido, en las fotos aportadas a la causa y recuperadas del móvil del acusado, las manos del que era su pareja, así como unas sábanas que había en el domicilio que compartían.

Por su parte, la familiar que acompañó a la niña a poner la denuncia al Cuartel de la Guardia Civil, ha explicado ante el tribunal que la niña le relató las agresiones sexuales, que el acusado de se metía en su cama por las noches, y que no había recurrido a su madre porque le tenía miedo. "Las broncas en esa casa eran continuas", ha aseverado esta testigo.

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