El Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia viene de trasladar al alcalde de Vigo, Abel Caballero, las quejas de profesionales de la comunicación que manifiestan que desde la Alcaldía "se ha obstaculizado su trabajo periodístico", y le pide que se tomen las medidas necesarias para eliminar estas graves limitaciones a la libertad de prensa.
El decano del Colexio, Francisco X. González Sarria, remitió la pasada semana, en representación de la Xunta de Gobierno, una carta a Abel Caballero, alcalde de Vigo, para expresarle su preocupación en relación a las quejas de determinados periodistas por haber recibido "trabas a su labor informativa por parte del gabinete de prensa de la Alcaldía de la ciudad olívica".
En concreto, un periodista colegiado remitía recientemente un escrito al Colexio de Xornalistas en el que denuncia que "lleva meses sufriendo silencios a sus preguntas", y asegura que "el gabinete de prensa que le ha impedido realizar de manera idónea su trabajo". A esto se suman otras quejas recibidas por el Colexio sobre "desplantes y desprecios a los y a las periodistas" por parte del alcalde Caballero en distintas conferencias de prensa.
El Colexio de Xornalistas recuerda al alcalde de Vigo que estas prácticas "constituyen una gravísima limitación a la libertad de prensa y al derecho a informar", y lo insta la que desde la Alcaldía y el Gabinete de Prensa se tomen las medidas necesarias para "eliminar las trabas a las y a los periodistas afectados", de manera que todos los profesionales puedan llevar a cabo su trabajo de manera libre.
Respuesta del Concello
Ante este comunicado, el Concello de Vigo ha respondido con otro escrito remitido a los medios en el que el gobierno local "niega con rotundidad que se le pongan trabas ni problemas a ningún profesional de la comunicación".
"En todo caso, el gobierno local sí quiere aclarar que no hay ninguna acción contra ningún periodista, y así lo acreditan los 16 años en los que el alcalde de Vigo viene compareciendo de forma habitual", han proclamado fuentes municipales.
Finalmente, ha lamentado que el Colexio "no incluyó en su comunicado la versión del gobierno de Vigo ante las acusaciones de un profesional". Asimismo, tras reconocer que la Alcaldía había recibido un escrito de este órgano "exigiendo explicaciones", desde el gobierno vigués han puntualizado que ese requerimiento se hizo "sin aportar documento alguno" para que el Concello se pueda pronunciar "con rigurosidad". "Una vez conocida toda la información, se le responderá al caso concreto al que hace referencia y del que no se facilitaron ningún tipo de datos", concluye la nota.
Limitación al trabajo de la prensa
Esta no es la única situación en la que la prensa se ve afectada por trabas en su trabajo, no solo por parte de instituciones públicas. Por ejemplo, las limitaciones habituales que imponen algunas productoras musicales y organizadoras de eventos, así como artistas. Es el caso del cantante Tom Jones, que durante su concierto en Castrelos obligó a los fotógrafos acreditados a firmar un "contrato previo" en el que se veían obligados a enviar todas las fotografías tomadas en el concierto a la producción del artista para que esta diera el visto bueno y decidiera qué fotografías se podían o no publicar, una censura previa que entonces no fue denunciada públicamente.
Más recientemente, Live Nation, la productora de Guns N Roses, limitó y cercenó el trabajo de los periodistas acreditados al prohibir el acceso al estadio de Balaídos con portátiles para poder escribir las crónicas y trasladar a sus lectores el ambiente del concierto. El grupo tampoco acreditó a ningún fotógrafo, ofreciendo a los medios una serie de fotografías elegidas por la propia productora.