Son edificios históricos en emplazamientos únicos, extraordinarios, y en los que se puede pasar la noche y transportarse a otra época. Así son la gran mayoría de los edificios que componen la red de Paradores de España, una alternativa vacacional elegida por los más exigentes viajeros del mundo en nuestro país. Y más de 45.000 han acudido a la llamada de la prestigiosa revista Lonely Planet para encontrar el mejor de España. El resultado ha sido aplastante. Con más del 61% de los votos, el Parador de Baiona ha sido elegido como el preferido de los viajeros en una final en la que compitió con el de Granda.
El actual Parador ocupa la antigua villa fortificada baionesa, que remonta sus orígenes al primitivo castillo de Monterreal. Por su posición estratégica, esta fortaleza fue clave en la guerras anglo-españolas, llegando a ser atacada por el pirata Francis Drake en 1585. Ya en el siglo XIX, el Marqués del Pazo de la Merced compró las ruinas del enclave para albergar un bello palacio neogótico, declarado Monumento Nacional en 1950. Entre 1963 y 1966, fue sustituido por un Parador de nueva planta; además, se restauró la muralla y se instaló una típica bodega gallega en las antiguas caballerizas.
El edificio está, pues, a medio camino entre castillo medieval y palacio señorial gallego. Sobresalen la majestuosa escalera de piedra del recibidor y su inmenso jardín, equipado con una amplia piscina, desde donde se puede contemplar toda la bahía e imaginarse como se vio llegar desde el inmenso mar a la Pinta de Pinzón con las noticias del descubrimiento de América.
"Por este lugar histórico han pasado celtas, fenicios y romanos, y con el tiempo llegaron a sus muros los monjes cristianos, los árabes e incluso piratas y filibusteros. Se dice que en el castillo de Monterreal se hospedó el mismísimo Almanzor tras cruzar la Península para llegar hasta Santiago", señalan desde la revista para poner en valor esas "magníficas vistas" de una de las estampas "más bellas de las Rías Baixas".
Otros de los recintos que lograron buenas puntuaciones son el Parador de Granada, sobre un antiguo palacio nazarí, o el Parador de La Gomera, "un palacio canario con vistas a un océano infinito".