Los móviles sitúan en la zona a los acusados de la paliza a dos jóvenes en la calle Hernán Cortés de Vigo

EP

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La triangulación de las señales de teléfono móvil de los acusados por haber dado supuestamente una paliza a dos chicos en la calle Hernán Cortés de Vigo, en enero de 2022, sitúan a ambos en esa zona y en el momento de los hechos, y su identificación ha sido ratificada por los agentes que han prestado declaración en el juicio que se sigue por esta causa, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en la ciudad olívica.

En la jornada de este viernes, han comparecido ante el tribunal los agentes de policía que investigaron los hechos, y que han confirmado que, cuando se realizó una primera detención, de un vigués que llegó a ingresar en prisión provisional pero que finalmente resultó no estar implicado, recibieron una llamada en la sala del 091 de una persona de Ourense que aseguraba haber reconocido a los dos autores de la agresión en un vídeo publicado en medios de comunicación y redes, y que apuntó a los dos acusados, Gregorio G. y Adrián S.

Esa persona, que ya declaró en el juicio este jueves como testigo protegido, aportó a la Policía fotografías extraídas de redes sociales de los dos supuestos agresores y los agentes que han comparecido este viernes han explicado que, tanto por la vestimenta como por la complexión física, concluyeron que, efectivamente, las dos personas identificadas por ese testigo eran las que salían en el vídeo.

Además, los investigadores solicitaron los datos de las compañías de telefonía móvil y de las antenas, y así pudieron comprobar que los teléfonos de los acusados fueron detectados en el momento de los hechos y "en la zona", concretamente, uno de los agentes ha señalado que estuvieron en la calle María Berdiales, perpendicular a la calle donde se produjo la paliza. "Los detuvimos porque consideramos que sí eran los que salían en el vídeo, por la vestimenta que también vimos en las fotos aportadas por el testigo, y la constitución física coincidía", ha señalado.

Pruebas forenses

Por otra parte, la acusación también ha presentado pruebas de identificación y acústica forense realizadas por expertos policiales. Con respecto a las primeras, un informe policial concluye la "similitud" entre las imágenes de vídeo y una fotografía con respecto a un tatuaje en la mano de uno de los acusados; no obstante, no ha podido confirmar nada con respecto al estudio de los rostros, por la mala calidad de esas imágenes.

Con respecto al informe de acústica forense, el perito que ha prestado declaración se ha referido a una frase que uno de los agresores dirige al otro. Según ha explicado, a su departamento se le encargó averiguar si esa frase podría ser "Vamos Javi" o "Vamos Adri". Al respecto, y con la cautela motivada por la mala calidad del sonido del vídeo, ha ratificado su conclusión: "lo más plausible" es que uno de los acusados se dirigiera al otro diciendo "Vamos Adri".

Autor del vídeo

Por otra parte, en la sesión de este viernes ha prestado declaración también, por vídeoconferencia, el vecino de la calle Hernán Cortés que, desde su vivienda en un primer piso, grabó parte del altercado y las agresiones a las víctimas. Este testigo ha explicado que fueron las víctimas las que iniciaron la pelea, dirigiendo a los acusados "insultos y amenazas"; con todo, ha matizado que "en ningún momento" vio que ninguno de los chicos hubiera golpeado a los dos agresores.

Según ha relatado, uno de los jóvenes increpó varias veces a los otros dos varones y, "a la décima vez", los otros empezaron a golpearlo. Además, ha confirmado que escuchó a los agresores ponerse de acuerdo para llamar a este joven con el fin de que se acercase para así poder "darle de hostias".

Con respecto a la agresión, ha explicado que los dos autores de los golpes, en un momento determinado, "arrollaron" a una de las víctimas, que cayó al suelo y se golpeó la cabeza quedando inconsciente, y que lo hicieron en su recorrido para atacar al otro joven, el que recibió las peores lesiones y que fue golpeado unos metros más allá, tanto estando de pie, contra una pared, como cuando ya estaba en el suelo.

Este compareciente ha coincidido con la narración de otros testigos, y ha reiterado que uno de los agresores dijo que "iba a disculparse" con el joven tirado en el suelo, pero en vez de eso le propinó una fuerte patada en la cabeza. Mientras, el otro agresor "no medió en ningún momento" para detener el ataque, e incluso "paró a un transeúnte (que iba a separar a agresor y víctima) para que su compañero siguiera pegando".

Durante todo este lapso de tiempo, las víctimas "no golpearon ni intentaron defenderse", según este testigo, que también ha trasladado que los cuatro implicados, agresores y perjudicados, "iban todos bebidos, sobre todo las víctimas".

Peritos de parte

Este viernes también han comparecido peritos convocados por acusaciones y defensas. En el primer caso, un odontólogo ha explicado las intervenciones a las que tuvo que ser sometida una de las víctimas, la que presentaba lesiones más graves, por los daños sufridos en la boca y mandíbula. Según ha apuntado, el tratamiento "complejo" a este joven todavía no ha finalizado y ha pasado por intervenciones y actuaciones médicas "muy dolorosas", a las que se une el perjuicio estético.

Mientras, la defensa de Gregorio G., para quien las acusaciones piden la pena mayor, al considerarlo autor de las lesiones más graves, ha presentado un informe pericial que concluye que el agresor que se puede ver en el vídeo dando la brutal patada en la cabeza a uno de los chicos, que está en el suelo, es diestro, mientras que este acusado es zurdo. Este perito también ha concluido que la persona que se ve llevando a cabo ese ataque "no es un profesional de las artes marciales".

La vista se retomará el próximo 16 de noviembre, con la declaración de un testigo que no ha podido declarar este viernes por problemas técnicos con la vídeoconferencia y con la presentación de conclusiones e informes finales. Gregorio G. y Adrián S. están acusados de los delitos de lesiones con deformidad, con la agravante de ensañamiento, y delito leve de lesiones. La Fiscalía pide para ellos 6 años y 4 años y 9 meses de cárcel, respectivamente, mientras que las acusaciones particulares piden 6 años y 5 años de cárcel.

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