Vigo todavía está en plena resaca de lo vivido hace unas horas en el Auditorio de Castrelos. Maná firmó una velada histórica, de esas que quedan para el recuerdo. Además de repasar los éxitos de su trayectoria, el conjunto mexicano se mostró cercano en todo momento con el público. Los guiños fueron constantes. Fher Olvera, el líder de la banda de rock latino más importante de todos los tiempos, sugirió en los primeros minutos del recital que "nos lo íbamos a pasar muy bien" mientras recordaba la belleza de la ciudad olívica y de la "región de Galicia".
Ese enlace prosiguió durante una velada que duró poco más de dos horas. En uno de los instantes del recital, Fher Olvera subía a dos fans al sofá rojo que formaba parte del decorado del escenario. El instante permitió al líder de Maná degustar una copa de vino albariño. Sin embargo, uno de los momentos que quedarán para la historia llegó en la recta final. Las decenas de miles de personas que abarrotaban el Auditorio de Castrelos se entregaban con "Rayando el sol". Las luces de sus móviles iluminaban la noche viguesa en uno de los instantes más emotivos del concierto del grupo mexicano. En ese momento, Fher Olvera mostró la camiseta del Celta con el número y el nombre de Iago Aspas. Se la enfundó y se despidió, como si de un jugador céltico se tratase, de un público que vivió un concierto que ya forma parte de los vividos en el singular y emblemático auditorio vigués.
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El club vigués agradeció el colofón de Maná en sus redes sociales. El Celta informaba que el líder de la banda mexicana se había enfundado una camiseta que le había regalado su amigo Antonio Mohamed, que se acercó sobre las 22:00 horas para visitar a su grupo de música favorito. El técnico celeste quizás no sabía que, con este obsequio, brindó una comparación maravillosa entre la imagen de Fher Olvera y la ya mítica de Madonna en el concierto que ofreció en Balaídos hace más de 25 años.