Pelayo llevaba doce años en Vigo y se había convertido ya en uno de los animales más queridos por niños y adultos que visitan las instalaciones de Vigozoo en A Madroa. Sin embargo, y tras una larga enfermedad, el oso ha fallecido esta pasada noche, según informan el Concello de Vigo.
El oso, que llegó a Vigo en 2006 y vivía con su hermano –Carmo-, nació en cautividad en el Zoo de Carmona (Sevilla) en enero de 2005. Al haber sido criado a mano y fuera de la naturaleza, “fue inviable reintroducirlo en la naturaleza”, según apuntan fuentes municipales, por lo que el zoo de Vigo decidió solicitarlo al no haber espacio para él ni para su hermano en el parque andaluz.
En 2009, Pelayo sufrió un grave accidente que llegó a hacer peligrar su vida. En ese momento, fue trasladado de urgencia al Hospital Veterinario Universitario Rof Codina de Lugo donde, tras de complejas operaciones, se consiguió salvar su vida.
Pelayo fue durante años el animal más emblemático de las instalaciones viguesas. Ahora, tras una largar enfermedad el zoo de Vigo se queda solamente con un único oso, su hermano.
Desde la Concellería de Medio Ambiente de Vigo destacan que “su presencia sirvió para educar al os menores en como la injerencia perversa del ser humano en la naturaleza puede apartar a un animal de su hábitat natural”.
Las instalaciones municipales de Vigozoo solo recogen animales decomisos, que no se pueden reinsertar en la naturaleza o enfermos y sin posibilidad de sobrevivir en su hábitat natural.