Un coloso del mar se adentró el pasado mes de marzo en la ría de Vigo para sorpresa de muchos. Construido con un estilo futurista, el Sailing Yacht A ostenta el título del velero privado más grande del mundo y desde primera hora de este viernes está fondeado en la ría de Vigo. Su enorme tamaño lo hizo visible desde la mayor parte de zonas con vistas a la ría de la ciudad. ¿Qué hay detrás de esta ostentosa muestra de opulencia?
El ‘Sailing Yacht A’ cuenta con 143 metros de eslora (longitud) y 24 metros de manga (anchura) lo que lo convierte en el velero privado más grande del mundo. De sus tres mástiles de fibra de carbono, el más alto alcanza los 100 metros. Están además totalmente automatizados y las velas (del tamaño de un campo de fútbol) se pueden desplegar con solo rozar un botón en el puente de mando. A modo de comparación, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano de la Armada Española es significativamente más pequeño, con una eslora -sin bauprés- de 94 metros y una manga de 13 metros.
El buque es un prodigio de la ingeniería y no deja a nadie indiferente. Odiado por muchos y admirado por otros tantos, fue construido en Alemania por Nobiskrug y botado en 2015 para disfrute de su multimillonario propietario, el empresario ruso Andrey Melnichenko. Rompe con todos los conceptos de barcos veleros y su precio es... escalofriante. Aunque es difícil conocer el coste exacto de su construcción, diferentes fuentes especializadas lo valoran entre los 400 y 500 millones de euros.
Según se ha publicado en Daily Mail o Forbes, cuenta con hasta ocho cubiertas y en su quilla esconde una de las piezas de vidrio curvo más grandes jamás fabricadas con 18 metros cuadrados y 30 centímetros de grosor que, a modo de cápsula, permite la observación submarina.
En cuanto a su enorme tamaño, permite alojar a una tripulación de hasta 54 personas y se ha publicado que incluso cuenta con una pequeña habitación en el interior de su mástil central. Con todo, este velero destaca por su diseño poco convencional. Con un casco de acero, las superficies metálicas reflejan la luz exterior y ls ventanas son casi invisibles desde lejos, por lo que el yate se asemeja más a una "bala" o cápsula infranqueable y cerrada que a un velero tradicional. Su diseño responde al enorme celo por la privacidad de su multimillonario dueño. De hecho, no está previsto que atraque en Vigo y permanecerá fondeado en el interior de la Ría.
Fue definido por Boat International como el "superyate que desafía los límites". Sobre su interior nada se sabe y no existen fotos. Se ha publicado que cuenta con hasta tres piscinas -una con fondo de cristal-. La seguridad también es importante. Cristales antibalas, cámaras de seguridad y puertas con lector de huella dactilar y sensores de movimiento son algunos de los elementos para garantizarla.
¿Quién es su dueño?
El barco es propiedad de Andrey Melnichenko, un industrial ruso de 49 años que ostenta un riqueza estimada de unos 15.000 millones de euros, lo que lo convierte en uno de los multimillonarios más jóvenes del continente. Natural de Bielorrusia, estudió en la facultad de Física de la Universidad de Moscú. En la universidad comenzó a comerciar con el cambio de divisas junto a otros dos compañeros y, en cuanto cayó la Unión Soviética, recibieron una licencia bancaria que les permitió abrir MDM Bank. Melnichenko solo tenía 21 años. El banco llegó a convertirse en uno de los más importantes de Rusia.
Más tarde, en 2007, vendió sus intereses bancarios y focalizó sus inversiones en materia industrial. Se convirtió en el accionista mayoritario de EuroChem, uno de los mayores fabricantes de fertilizantes del mundo. También fundó la empresa SUEK, la mayor compañía de carbón de Rusia.