Último grito de auxilio de este rincón cultural vigués. La pequeña, rebelde y alternativa sala de música Galo do Vento se enfrenta a un desalojo inminente a principios de septiembre tras las enormes dificultades económicas que ha atravesado. La pandemia, que ha azotado fuerte a todos los sectores, sin duda se ha cebado especialmente con este tipo de establecimientos. Oferta cultural en un espacio cerrado, dos cuestiones que durante meses han casado a duras penas debido a las restricciones y que, para este local, supuso la obligación de suspender durante meses su principal actividad. Meses en los que no entraban ingresos, pero los gastos fijos se mantenían.
Para hacer frente a las deudas generadas durante los meses de parón, desde el establecimiento han lanzado una iniciativa de crowdfunding, SOS Galo do Vento, que busca recaudar los fondos suficientes para poder mantener el local y subsanar lo que deben a los propietarios. El objetivo es recaudar 7.000 euros, de los que ya llevan algo más de 800, pero el tiempo apremia. Se pueden realizar donaciones de 10 a 500 euros desde este enlace (haz clic aquí).
Galo do Vento, refugio del underground vigués
Galo do Vento se ubica en la calle San Vicente, en pleno corazón de la ciudad, desde hace más 20 años. Dos décadas en las que Armando Gómez, propietario del establecimiento, ha apostado por la música, por artistas locales y bandas emergentes, por acompañar cada uno de sus platos y bebidas de una buena sesión de blues, jazz o folk.
El 18 de agosto Armando publicaba en su Facebook un duro mensaje que, en resumidas cuentas, informaba del cierre del local y la venta de todo el material musical y de hostelería que éste todavía alberga. "Nuestra deuda con el alquiler ha subido más de lo que hemos podido afrontar. Un burofax me dice que tengo que desalojar el primero de septiembre. No sé si habrá armisticio pero no tengo mucha esperanza que esto suceda, 21 años con el Galo quedarán atrás si el burofax sigue su curso".
La publicación se ha llenado de mensajes de ánimo y apoyo, y la iniciativa de crowdfunding, que cuenta por el momento con 18 aportaciones, seguirá abierta hasta el último momento. La recaudación es su última esperanza, tras un acuerdo de prórroga del contrato en función de cómo esta de desarrolle. A cambio, o Galo ofrece recompensas simbólicas. Además de un agradecimiento público, quienes aporten su granito de arena podrán recibir una camiseta del local, una cena con amigos, una silla personal y personalizada para disfrutar de futuros eventos y hasta un concierto privado.
La cantidad recaudada irá íntegramente destinada a subsanar los pagos pendientes del alquiler. En en caso de superar la cifra fijada, el sobrante se utilizará para mejorar el local y organizar más eventos musicales y culturales en pleno corazón de Vigo.