Un testigo protegido ha ratificado este jueves en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra (con sede en Vigo) la identificación de los acusados de haber propinado una paliza a dos chicos en la madrugada del pasado 30 de enero de 2022, en la calle Hernán Cortés de la ciudad olívica, unos hechos por los que están siendo juzgados y por los que se enfrentan a penas de seis y casi cinco años de prisión, respectivamente.
Los dos acusados, Gregorio G. y Adrián S., han reconocido ante el tribunal provincial que esa noche salieron por la ciudad olívica (ellos viven en la provincia de Ourense) y que consumieron numerosas bebidas alcohólicas, aunque han negado su implicación en ninguna pelea o altercado. Así lo han manifestado en su declaración, en la que solo han respondido a preguntas de sus respectivos letrados.
No obstante, la agresión fue grabada en vídeo y se difundió a través de varios de comunicación y redes. Así fue como la vio una persona que, según ha declarado este jueves, como testigo protegido (por videoconferencia desde la Comisaría de Ourense), los reconoció inmediatamente.
Este testigo, cuya declaración solo pudo escucharse con voz distorsionada y sin imagen, ha explicado que tardó "dos segundos en reconocer a uno y otros dos segundos en reconocer a otro", y que supo que eran Gregorio y Adrián "por la forma de andar, por la conducta, las entradas en el cabello (de uno de ellos) y por la ropa".
Primera detención
Con todo, esta persona no contactó con la policía en ese momento, sino que lo hizo posteriormente, cuando se enteró de que había un vigués detenido por su presunta implicación en esa agresión (que llegó a ingresar en prisión provisional pero que días después quedó libre y sin cargos, al archivarse las actuaciones con respecto a él).
"Yo sabía que el agresor no podía ser esa persona, porque había visto el vídeo", ha explicado, y ha relatado que, en ese momento, acudió a la Policía a contar lo que sabía. Este testigo ha afirmado varias veces que está "seguro al cien por cien" de que los autores de la paliza que se ven en las imágenes son los dos acusados, a quienes conoce "de vista".
De hecho, según ha manifestado, él mismo aportó a la Policía fotografías sacadas de diversas redes sociales en las que puede verse a ambos procesados con las mismas prendas de ropa que vestían en el momento de la paliza y que se aprecian en el vídeo que visualizó. Asimismo, ha señalado que buscó también las redes sociales de los propios implicados porque sabía que las tenían, pero que no consiguió encontrar ningún perfil y que cree que ellos mismos "los eliminaron" ante los hechos "muy serios" sucedidos esa noche.
En su declaración, el testigo protegido ha incidido en que no sólo él reconoció a los acusados en las imágenes, sino que "otras personas" también han corroborado su identidad, pero que "no quisieron declarar". "A día de hoy, en Ourense, todo el mundo sabe que son ellos, y ellos mismos han reconocido ante determinadas personas que han sido ellos", ha aseverado.
Niegan los hechos
Por su parte, los procesados han admitido que la madrugada del 30 de enero de 2022 salieron por la ciudad de Vigo y que consumieron "bastante alcohol". Con todo, ninguno de los dos ha confirmado que hubiera estado con el otro y ambos han negado su implicación en ninguna pelea o agresión.
A preguntas de su letrado, Gregorio G. se ha limitado a explicar que trabaja como monitor en un centro deportivo y que practica 'body combat', una disciplina para mejorar la condición cardiovascular, pero que nada tiene que ver con las artes marciales.
Mientras, Adrián S. ha negado haber dado patadas o puñetazos "a nadie" esa noche, en la que estaba en Vigo celebrando su cumpleaños y, tras explicar que había bebido 15 chupitos y varias copas más, ha afirmado que no practica ni "nunca" practicó ningún tipo de arte marcial.
Otros testigos
Del resto de testigos que han declarado este jueves en la Audiencia, solo una joven ha identificado, en la propia sala, a uno de los procesados, pero ninguna de las otras personas que presenció la agresión pudo determinar quiénes fueron los autores (aunque sí varios hicieron referencia a la ropa que llevaban).
Una de esas personas, que presenció la agresión a cierta distancia, ha relatado que vio cómo alguien pegaba un puñetazo a uno de los chicos y que éste caía al suelo. A continuación, "los dos" acusados se dirigieron al otro joven y "le golpearon con puñetazos, patadas y cabezazos" en varias ocasiones, y ha calificado la actuación como "muy cruel, salvaje, irracional" porque "se acercaron (al chico) diciéndole vale, te perdonamos, pero no dejaban de golpearle".
Por otra parte, una joven auxiliar de enfermería que pasaba por esa calle en el momento de los hechos y pudo presenciar el ataque a uno de los chicos, ha explicado que el agredido "estaba K.O.", que estaba "hecho una bolita, sin capacidad de defenderse" cuando lo golpeaban mientras estaba en el suelo, y que luego los autores de la paliza se fueron de allí "de lo más tranquilos", con una "actitud bastante fría".
Víctimas
Las víctimas de la agresión también ha prestado declaración en la Audiencia, pero no han podido dar detalles sobre quiénes les golpearon. Así, han relatado que recuerdan haber "llamado la atención" a dos varones por orinar en un portal, y que luego se inició una discusión que acabó en la agresión.
Con todo, ninguno de los dos chicos perjudicados ha podido precisar quién le golpeó, ni tampoco detalles de la agresión, ya que ambos cayeron semiinconscientes. "No recuerdo quién me pegó, pero sé que eran dos, que estaban juntos, y que eran más corpulentos que yo", ha señalado uno de los jóvenes.
El segundo perjudicado, el que sufrió las lesiones más graves (principalmente por una fuerte patada en la cabeza, cuando estaba tirado en el suelo), solo ha podido explicar que vio como golpeaban a su amigo y que luego los agresores se le fueron "encima", a pesar de que él les pidió "que pararan por favor".
En la sesión de este jueves también ha declarado la madre de este joven, para confirmar que tuvo que ser sometido a varias intervenciones por los daños sufridos en los huesos de la nariz, y la pérdida de varias piezas dentales. "Fue muy doloroso para él (...), estuvo siete meses sin esos dientes y el tratamiento aún no ha acabado", ha explicado, y ha añadido que su hijo estuvo mucho tiempo "sin querer salir de casa, ni de día ni de noche" y que aún a día de hoy "no quiere hablar con nadie de lo que pasó, ni siquiera con un psicólogo".
La Fiscalía pide para uno de los acusados seis años de cárcel y para el otro cuatro años y meses, como autores de un delito de lesiones con deformidad y ensañamiento, y un delito leve de lesiones. Las acusaciones particulares también piden 6 años por el primer delito y cinco años por el segundo.