Son las 9:30 de la mañana y suena el telefonillo. No es el cartero, ni un técnico, ni un comercial. Es un repartidor que, una vez en la puerta, hace entrega del pedido requerido a domicilio. Estamos acostumbrados a que nos traigan todo tipo de artículos y comida a nuestra casa, pero... ¿desayunos? Esta historia comienza con Águeda Ubeira, una madre trabajadora que, en busca de un mayor vínculo con su hijo, crea un blog de recetas de repostería que termina por convertirse en una tienda física de dulces: Chupipostres.
Hace seis años de la inauguración y para esta tienda gondomareña las cosas van cada vez mejor: “Cinco años después de abrir cambiamos el local a otro tres veces mayor y lanzamos nuestra web. Actualmente contamos con una plantilla fija de seis personas y dos colaboradores externos, nuestra facturación aumentó y abrimos una food truck itinerante con sede en el Centro Comercial A Laxe (Vigo), la primera vegana en un centro comercial en el Norte de la península”, explica la gerente.
Su producto estrella, los desayunos personalizados a domicilio, surgieron el Día del Padre de 2015 “para el cual solo vendimos 3”, pero la idea gustó tanto que, para el “Día de la Madre de ese mismo año alcanzamos los 150 pedidos”, recuerda Águeda. Cinco años después, en pleno confinamiento, Chupipostres tuvo que aumentar su plantilla para hacer frente a la demanda de desayunos que los convertían en el conector que unía a familiares y amigos a través de un desayuno. “No era un producto, era el sentimiento lo que se enviaba. Muchas veces cuando llegabas al coche terminabas llorando de la emoción. Una sonrisa detrás de la mascarilla o una mirada cálida de aquella persona que recibe el desayuno de alguien que lo echa de menos y no puede estar con él o ella, son momentos muy valiosos”.
Desde fotos de familia, pasando por enviar las Islas Cíes a Madrid o la bienvenida de un bebé al que no se puede ir a visitar en este momento, son algunos de los sentimientos hechos desayunos que la tienda ha enviado por toda la península. “Los ‘happyunos’ -como así los denominan en su página web- que más preparamos son el rústico, un clásico con tostada de pan con aceite de oliva y tomate triturado entre otros muchos productos; mil chocolates, para los más chocolateros; y el Kids, pensado para los más pequeños de la casa”. Actualmente preparan una media de 100 desayunos por semana, cifra que aumenta dependiendo de los días festivos y ocasiones especiales.
Además de este servicio, Chupipostres, también personalizan todo tipo de dulces, desde cajas de galletas arácnidas para Halloween, pasando por cupcakes de infinitos sabores, hasta tartas de todo tipo, de unicornios, con forma del emoticono de la caca de Whatsapp e incluso recreando el cerebro del manual de un estudiante de neurología. “El límite lo pone la persona que quiere algo especial, ¡A nosotros nos encantan los retos!”, destaca la gerente.
Ya sean más de brownies o de magdalenas, de desayunos o de mesas dulces, Chupipostres tiene un amplio catálogo para todos, donde incluso los veganos pueden disfrutar de una gran variedad de dulces. “Nos encanta hacer pruebas hasta conseguir que un producto sea vegano, con el mismo sabor, aspecto y textura que si tuviese todos los ingredientes. Y si se hacen pruebas, se hacen catas. ¡Es nuestra parte favorita!” concluye Águeda.