Una de las pastelerías históricas de Vigo se despide tras más de medio siglo endulzando la vida

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En 1968 Rogelio Sobrino y Dolores Baeza soñaron con crear una pastelería artesana de referencia en Vigo. Su apuesta se mantuvo incluso después de su jubilación y se renovó al cumplir medio siglo para adaptarse a los nuevos tiempos, ya bajo la dirección de sus hijos. Sin embargo, la actual situación de incertidumbre ha terminado con Montserrat, una de las pastelerías con más renombre de la ciudad olívica.

Aquel local de 100 metros cuadrados situado en el número 37 de Doctor Cadaval pronto se convirtió en todo un referente. “Entre los recuerdos más antiguos que podemos tener de nuestra pastelería, está un castillo inmenso de chocolate que daba el pistoletazo de salida a la Pascua. Momentos de felicidad que han sido para nosotros un referente para comprender bien nuestro trabajo y el estrecho vínculo que surge entre la repostería y las emociones”, explican los hijos de los fundadores en una publicación en redes.

Pero no habrá más dulces de Pascua. La pastelería cierra la persiana. En una decisión “meditada y triste”, los responsables dejan de luchar con la maldita pandemia y la “realidad más incierta y dura” que ha acabado con la historia de un clásico del centro de Vigo.

En mayo de 2018 la pastelería celebraba sus 50 años con vocación de futuro en un local remodelado pero que mantenía todavía el toque vintage, como guardando ese saber antiguo que no se debe cambiar si funciona. Así, la oferta mantuvo sus clásicos y añadió nuevas propuestas como productos veganos. Pero no pudo ser. El comercio local ha vuelto a sufrir una pérdida. Se acabaron los cinnamon rolls, la mousse de gianduja blanco, mango y maracuyá, los brownies y las tartas probadas durante décadas por los vigueses más glotones. Todo se acaba ya y solo quedará recordar aquello de… ¡qué rico estaba todo en Montserrat!

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