El cuaderno de Sara, la descarnada realidad de las minas del coltán

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La hermana de Laura, Sara, lleva dos años desaparecida en el Congo, tras haber viajado a África para llevar a cabo tareas humanitarias. Son muchos ya los que piensan que está muerta, pero su aparición en una fotografía sacada mientras se rodaba un reportaje sobre la extracción del coltán en Virunga (Congo) hará recobrar las esperanzas a su hermana, que viajará al continente para tratar de llegar hasta ella y juntas volver a casa. ´

(ESTA CRÍTICA PODRÍA CONTENER SPOILERS)

Su primera opción allí, tras llegar a Kampala, desde donde irá al Congo, será contratar a un hombre aparentemente especializado en llevar a cabo tareas del estilo a cambio de elevadas sumas de dinero. Lo que en un primer momento parecerá un estafador, a pesar de las justificaciones que dará, termina revelándose como una buena persona, que llega a implorar en su momento por la vida de Laura. Contará también, a lo largo de su travesía, con la ayuda de Sven, con el que su hermana mantuvo una relación en el pasado. Tras ser éste último herido y no poder seguir con ella, Jamir pasará a estar a su lado hasta el tramo final del metraje.

Descubriremos que Sara se ha visto envuelta en la lucha por poseer el coltán del Congo, siendo secuestrada por un grupo guerrillero debido a sus habilidades médicas, negándose posteriormente a volver a casa con su hermana, queriendo ayudar sobre el terreno a toda costa, motivo que ya había hecho que viajase hasta allí en el pasado. En el epílogo descubriremos cómo el viaje hecho a África ha cambiado para siempre la existencia de nuestra protagonista, aprovechando el recurso de la voz en off, mostrándole al espectador, al mismo tiempo, qué fue finalmente de Sara hasta el final de sus días, buscando de forma directa la emotividad en la audiencia.

Dirigida por el director gallego Norberto López (un habitual de la televisión, habiendo participado en series como El internado, El tiempo entre costuras, El comisario o Mar de plástico, entre otras muchas), que ya dejó muestras de inmensa calidad en la notable La decisión de Julia, arriesgada película y en la que ya se veía de forma clara su personalidad tras la cámara, y que vuelve a sacar buena nota en esta ocasión. El cuaderno de Sara, su tercer largometraje, alcanzó en su día la primera posición de la taquilla española, tras ser vista por más de 142.000 espectadores.


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De lo más llamativo con respecto a la grabación, resulta el cómo se ha llevado a cabo ésta, respetando el orden cronológico, algo que no es habitual. Sobre esto, el director diría que “el hecho de rodar en orden cronológico hizo que viviéramos la película no sólo como ficción, sino que como algo real que nos ha cambiado la forma de mirar el mundo. La emoción y la aventura se mezclan a partes iguales. Acompañar a Laura en busca de Sara ha sido un viaje de entendimiento y superación.”

La película contó con contratiempos propios de la situación que se está denunciando, teniendo que ser rodada en Uganda, pues era demasiado peligroso hacerlo en el Congo, y con otros obstáculos a lo largo del trabajo, como el no poder grabar en el Lago Victoria al estar infestado de parásitos. El propio director, impresionado por la experiencia, llegaría a decir que “en África ves el mundo real como en ningún sitio”. Todo esto se combina con algunas escenas rodadas en una Tenerife tan bien recreada que pasa sin problemas por África, siendo muy complicado distinguir qué escenas están rodadas dónde.

El largometraje nos muestra las numerosas violaciones de derechos humanos que siguen estando presentes en África (niños soldado, violaciones, secuestros, matanzas…), centrando el foco en lo que ocurre alrededor de las minas de coltán del Congo, donde muchísima gente sigue trabajando en condiciones de esclavitud. La película retrata sin concesiones la crudeza de la zona sin problemas a la hora de aumentar el nivel de dureza de sus imágenes, tratando de ser lo más real posible. Aparece también retratado el tema de la ayuda humanitaria en África, que muchas veces parece continuar más por propia insistencia y “cabezonería” que por resultados, con las organizaciones totalmente desbordadas. Somos testigos de la potente corrupción que impera en el lugar y vemos cómo las misiones siguen trabajando en la zona, a pesar de los escasos resultados que parecen obtener.


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Las guerrillas paramilitares luchan por hacerse con el control del territorio, siendo este espacio muy conflictivo y de difícil acceso, resultando complicado el salir de allí con vida, dependiendo muchas veces más de la suerte que de las habilidades de uno.

Como tema secundario, tendremos a la familia y cómo ésta puede llegar incluso a desilusionar a alguien, siendo el caso de Laura, que considera que ha quedado siempre en un segundo plano para su padre, ahora con Alzheimer. Esto lo veremos reflejado a través de flashbacks, un poco, sin embargo, sacados de contexto y metidos con calzador, que no terminan muy bien de funcionar. Se hará también patente cómo de diferente pueden ver dos personas la vida, a pesar de pertenecer a la misma familia, algo que aparece reflejado en el caso de las hermanas.

Vemos también como el grupo de guerrilleros que tiene secuestrada a Sara busca más crear una imagen legendaria de su líder que ceñirse a la realidad, sabiendo que esto les facilitará el tener un mayor control sobre la zona, atemorizando a la población y a sus potenciales rivales mediante leyendas inventadas de un jefe ya fallecido, algo que sólo saben unas pocas personas en el grupo, tratando de aprovecharse de las creencias de la gente del lugar. “El Halcón” sigue con vida para el resto del mundo gracias a cómo esta mentira se mantiene a lo largo del tiempo.


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La película es una denuncia social, mostrando lo que los países del conocido como Primer Mundo le han hecho a lo largo de los años a África, siendo distintos recursos naturales los explotados, pero sin que varíe la forma de llevar a cabo dicha explotación. Vemos lo que estas naciones, supuestamente más avanzadas, hacen en la sombra, ignorando la realidad y mirando para otro lado (mientras miles de personas son esclavizadas para que empresas occidentales se beneficien, en este caso a través del coltán, material usado en la elaboración de los teléfonos móviles), sin que la población de las mismas llegue, en muchos casos, a saberlo nunca.

El metraje sigue prácticamente en su totalidad al personaje de una Belén Rueda que hace un trabajo maravilloso a lo largo de todo el metraje, presenciando el espectador la historia desde el punto de vista de ésta. La actriz está en auténtica racha, siendo una de las protagonistas de la reciente Perfectos Desconocidos, ahora con esta El cuaderno de Sara y en no mucho con No dormirás, película de terror, sacando adelante en escasos meses, y de forma notable, al menos en los dos metrajes que se han estrenado hasta el momento, tres papeles completamente diferentes entre sí.

En el papel de Jamir nos encontramos con un muy buen Iván Mendes, en lo que supone su debut en la gran pantalla, haciendo un trabajo que destaca por su contención a lo largo del metraje y por una fuerte carga de nostalgia y dolor. Las consecuencias psicológicas de lo que allí está pasando se ven muy bien reflejadas en su personaje, con esos jóvenes soldados que quedan marcados, literal y metafóricamente, para toda la vida.

La fotografía es una auténtica maravilla a lo largo del metraje, con unas imágenes de África capaces de quitar el hipo, con unos planos excelentes en todo momento. En las zonas más pobladas nos encontraremos con gente por todas partes, sin apenas espacio, siendo la pobreza y la miseria lo habitual, llegando a ser la situación agobiante incluso para el espectador.


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En lo que a las escenas centradas en los actores se refiere, destacan los momentos en los que el equipo de grabación, con Laura incluida, están retenidos por los guerrilleros, pareciendo estar esos momentos grabados cámara al hombro, siendo normales los vaivenes de la misma, reflejando muy bien el dramático momento en el que los personajes se encuentran.

Con un ritmo en muchas ocasiones lento, algo que le sienta estupendamente a la película, el guion corre a cargo de Jorge Guerricaechevarría, un habitual de Álex de la Iglesia, que lleva aquí a cabo un buen trabajo.

La banda sonora funciona a las mil maravillas, recordando, en ocasiones, a algunos de los trabajos del maestro Max Richter.

Las escenas de violencia resultan impactantes, hasta el punto de que llegué a ver a dos personas marchándose de la sala en el momento en el que Jamir salva a Laura acabando a machetazos con uno de los guerrilleros.


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El final, a pesar de ser realmente emotivo, falla en cuanto a que la voz en off no termina de funcionar en ese momento, siendo evidente que se busca ir de forma directa a por los sentimientos del espectador, resultando todo un tanto precipitado.

A criticar serían los hechos de que la mirada al escabroso tema que trata y su denuncia es un tanto superficial, siendo posible el adentrarse más en el tema, pero hay que ser conscientes de que no estamos ante un documental (algo que difícilmente podría ser más interesante y a lo que esta película deja la puerta abierta, habiendo conseguido el interés del público, algo que se ha visto reflejado en la muy buena taquilla que lleva hecha); y que hay más de un momento en el que tanto Laura como Jamir salen de situaciones a las que difícilmente se podría haber sobrevivido, sucediéndoles, por momentos, “demasiadas cosas”, pero esto tampoco llega a caer en el absurdo. Sería algo parecido al clásico ejemplo de las películas de tiros en las que ocurre de todo y los malos siempre tienen una puntería horrible. Puede que haya demasiada muerte innecesaria en un intento de tratar de llegar de forma más directa al espectador, aunque  esto tampoco llega a niveles descabellados teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra la zona.

El buscar a la hermana no deja de ser una excusa para que el espectador sea testigo de lo que está pasando en el continente africano. La película busca incomodar al espectador, pero sin llegar a culparle de lo que está viendo, sin exigirle un cambio en su comportamiento. No hay un discurso moral. El cuaderno de Sara enseña y muestra los hechos, pero sin tratar de aleccionar.


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Nos hacemos una idea, aunque sea lejana, de lo que allí está ocurriendo, con una población, tanto nativa como extranjera, que ya ha perdido toda esperanza, como veremos varias veces a lo largo del metraje, siendo habitual el escuchar “esto es África” o “bienvenida a África”, casi dando al continente por perdido, en un retrato de lo que parece una zona en la que, para la mayoría, la vida humana tiene poco o nada de valor, con unos civiles que tienen que hacer frente a situaciones violentas casi de forma diaria, siendo ésta la situación habitual para ellos, teniendo que sobrevivir a los guerrilleros y, muchas veces, también a la dureza de la naturaleza. No fue mi caso, pero vi salir a más de una persona de la sala de cine con lágrimas en los ojos.

El personaje interpretado por Belén Rueda, a la par de su recorrido por el continente africano, experimentará todo un viaje interior, viéndose enfrentada a situaciones que resultan completamente nuevas para ella y que harán que cambie para siempre.

En líneas generales, me ha parecido una película notable, con una Belén Rueda espectacular. Algunos paralelismos en lo temático me han recordado por momentos a Apocalypse Now, con esa búsqueda febril de una persona a través de África y el volver de forma recurrente a la última fotografía que se tiene de ella, a pesar de obviamente estar esta película a años luz por detrás de la obra maestra rodada por Coppola.

Una película que no es para todo el mundo, pero que por mi parte recomiendo de forma encarecida ver; absoluta muestra de que incluso en las condiciones más difíciles sigue siendo posible encontrar, aunque en ocasiones pueda llegar a parecer difícil, vida y humanidad.

Ficha técnica de El cuaderno de Sara

Título: El cuaderno de Sara

Estreno: 2 de febrero

Año: 2018

Duración: 115 minutos

País: España

Director: Norberto López Amado

Guion: Jorge Guerricaechevarría

Fotografía: David Omedes

Música: Julio de la Rosa

Reparto: Belén Rueda, Manolo Cardona, Marián Álvarez, Enrico Lo Verso, Florín Opritescu, Malcolm Sitté, Iván Mendes, Marta Belaustegui, Nick Devlin y Ramón Barea

Género: Drama

Sinopsis: “Laura busca desde hace años a su hermana Sara, desaparecida en medio de la selva del Congo. Ni la ONG para la que trabajaba ni la embajada tenían noticias de su paradero… hasta que aparece una foto de un poblado minero del este del Congo con la imagen borrosa de Sara. Sin dudarlo un momento, Laura viaja hasta Kampala dispuesta a adentrarse en el territorio de los “Señores de la Guerra”, dejando atrás las diferencias que la separaron de su hermana, y sin sospechar que esa peligrosa aventura le llevará a poner en peligro su propia vida.”

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