A estas alturas ya habrás oído hablar, y mucho, de la que se está convirtiendo en una de las grandes sorpresas del año dentro del mundo cinematográfico y la industria que en torno a este existe: Dunkerque.
Con una premisa que en principio podría resultar no demasiado atractiva para el público generalista más comercial, parece que el director inglés Christopher Nolan (Origen, Interestellar) ha dado la sorpresa con esta película de temática bélica, contada en un tono intimista y muy diferente a films de semejante género, que ya es uno de los pelotazos del verano.
Quizás, como a muchas otras personas, te ocurra que desconozcas el hecho histórico en el que se basa esta película. Dunkerque relata de una manera magistral el rescate que ocurrió en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, en la localidad francesa costera del mismo nombre. En la batalla allí acaecida entre las fuerzas alemanas y aliadas, estas últimas tuvieron que ser evacuadas ante el incesante acecho de los germanos que los tenían atrapados en la playa. El film nos muestra los angustiosos momentos previos y el desarrollo de tal rescate, que se convertiría en un episodio destacado de la guerra. Una pequeña historia dentro de las miles a las que el conflicto bélico dio lugar y que el director nos cuenta, con un guión original suyo basado en estos hechos reales.
El puzle perfecto
Son muchos los aspectos a destacar de Dunkerque. Que la ambientación está más que lograda es una obviedad para cualquiera que haya visionado el film. Y no lo dicen sólo los críticos, sino que los propios supervivientes del hecho histórico en el que se basa la obra han aplaudido el retrato realizado en la película. Así tenemos el caso de Ken Sturdy, que participó en los rescates y que tras ver la película afirmó que era como volver a estar allí.
"¿Y el reparto? ¿Qué pasa con los actores?" Es quizás lo que muchos os estáis preguntando. Nolan vuelve a contar con nombres de altura de los que se ha rodeado antes, como Cillian Murphy o Tom Hardy. Además de otros de reconocido prestigio como Kenneth Branagh o James D'Arcy.
No hay ningún actor que destaque en su reparto y esto es algo bueno pues, al contrario de lo que se podría pensar, todos se complementan e interpretan su papel a la perfección en un puzle en el que todas las piezas encajan sin ser forzadas. Por ponerle una pega, duele un poco como seguidora de la carrera del camaleónico y carismático actor irlandés Cillian Murphy que haya contado con él para un papel tan corto y de escaso protagonismo. Aún así, el resultado global de la obra es mucho más importante que una sola de sus piezas y, desde luego, resulta más que satisfactorio. Actores como Tom Hardy (con el que también repite), Mark Rylance (el último ganador del Oscar a mejor actor secundario por El Puente de los Espías), Kenneth Branagh o James D'Arcy dejan sus egos atrás para ponerse al servicio de un proyecto mayor que ellos. Los intérpretes más jóvenes y su lucha por sobrevivir, al mismo tiempo que batallan una lucha interna moral por lo que está bien y mal, también cumplen su papel, incluido un Harry Styles que no lo hace mal en su debut, llegando a causar más de un grito entre algunas de las chicas presentes en la sala de cine. Dunkerque es una película de pocas palabras, que hace protagonista al espectador, que sentirá como si estuviera en la acción de la pantalla; en tierra, mar y aire, experimentando las emociones de los protagonistas. La angustia y el miedo no te abandonarán hasta el último segundo de la película. Y si eres de los que aguantan la respiración cuando ves a alguien en la pantalla ahogándose, prepárate para sufrir.
Tensión in crescendo
En definitiva, el resultado es una obra redonda que transmite una angustia y tensión constante que tienen en la banda sonora su mejor aliado. Es esta, bajo la batuta del legendario y siempre acertado Hans Zimmer (Gladiator, El rey león) la que consigue marcar el ritmo del film, en un in crescendo constante que hará que te agarres al asiento y ya no seas capaz de soltarte hasta el final del film.
Dunkerque es una película que, teniendo características y detalles que podemos haber visto en films bélicos anteriores, es única en su manera de contarnos esta pequeña, pero importante, parte de una batalla. Son cientos los films que se han hecho y seguirán haciéndose sobre la Segunda Guerra Mundial, pero Dunkerque se ha ganado su sitio en el Olimpo de obras maestras de este género.
Uno de los puntos más acertados y que cabe destacar de esta obra es la casi ausencia de enfrentamiento como tal entre buenos y malos. No busca esta dualidad, el enfrentamiento de los bandos, sino contar una historia de supervivencia y del dilema moral que surge durante uno de los hechos más devastadores y extremos de la Historia. Refleja los más bajos instintos y sentimientos humanos, en condiciones que los que no hemos vivido tales situaciones nos cuesta comprender, y aún así consigue que nos pongamos en el lugar de los soldados, especialmente de los más jóvenes que, al final, lo único que desean es volver a su hogar y que cese la violencia. Se centra en las emociones y la lucha de los que tratan de ser evacuados, dejando a un lado el propio enfrentamiento.
La tensión constante, la narrativa en historias que acaban confluyendo, el reparto coral, la música, la ambientación y el guión se unen de una manera magistral haciendo del director el gran protagonista de una obra muy difícil de olvidar y de quitarse de la piel. La corta duración, la falta de diálogos y la acción constante convierten a Dunkerque en una película de suspense continuo, que no sufre altibajos sino que va en progresión ascendente desde el primer minuto y que es un regalo para los sentidos, con una excelencia visual y técnica difíciles de superar.
Tras los éxitos cosechados con obras como Memento, La trilogía de Batman, Origen o Interestellar, Dunkerque supone la confirmación de Nolan como leyenda del cine actual.