Yosi, la leyenda del rock en Galicia, está de vuelta

Publicidad

Si había algo que los fans de Yosi y de Los Suaves llevábamos tiempo esperando, lógicamente tras una completa recuperación del líder del grupo y un hipotético regreso de la banda a los escenarios, eso era la publicación del libro (que terminaría siendo doble; con un primer tomo que recoge las letras de todas las canciones compuestas por el artista, mientras que el segundo está integrado por fotos, fragmentos de prensa y textos de otros artistas) del ourensano, “Canciones, algún desliz y dos o tres fotografías”.

Finalmente, la fecha se anunció: 23 de marzo. Y, junto a ella, se confirmó un acto de presentación, que tendría lugar ese mismo día, a las 12 de la mañana, en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, con la presencia del artista, así como de otros invitados especiales, como Manuel Manquiña o Fortu Sánchez.

El evento, que tuvo una puntualidad absoluta, comenzó con la llegada del propio Yosi en moto. Desde hace unos meses es miembro honorífico de la Asociación Moteros Solidarios Galicia, que no se quiso perder el acontecimiento y colaboró con el cantante a la hora de dar lugar a una entrada al recinto a la altura de su leyenda.

Ya en el interior, abría el evento Manuel Baltar, presidente de la Diputación Provincial de Ourense, que comenzaba “declarando” el 23 de marzo como el “día de San Yosi”. El político aprovechó para recordar que la portada del segundo tomo de la publicación cuenta con portada del pintor ourensano Alexandro, del que precisamente se está llevando a cabo una exposición en el propio Marcos Valcárcel, y contaría cómo surgió la idea del libro a presentar, teniendo su origen el 28 de octubre de 2015, hablando con el cantante, al que le sugirió que tenía que ser él, personalmente, el que se encargase de llevar a cabo un libro sobre Los Suaves. Finalmente, agradeció de manera particular la labor de Laura Lunardelli, pareja de Yosi desde hace años, sin la cual este proyecto nunca habría podido llegar a existir.

Tomaba en ese momento Manuel Manquiña el relevo, en una intervención bastante corta, en la que aprovechó para asegurar que estuvo presente en el histórico concierto de los Ramones teloneado por Los Suaves, en el que la leyenda del grupo comenzó, siendo la primera vez que entró en contacto con su música. El actor destacaría, con respecto a las letras del grupo, la desesperación y el anhelo siempre presentes en ellas, de forma previa a dar paso, precisamente, como si justo de un telonero se tratase, al autor de las mismas y protagonista de la mañana: Yosi.

Empezaba, sin duda alguna, el discurso más emotivo de todos. El artista comenzaba agradeciendo a todas las personas que hicieron posible el libro, con mención especial a los colaboradores también pertenecientes al mundo de la música, como El Drogas, Fortu o Kutxi Romero, así como a todos los médicos que hicieron posible su recuperación, destacando que “la última vez que me atendieron iba en silla de ruedas, y hoy llegué aquí en una moto”. Ese momento era enlazado con una manifestación de que esperaba recibir próximamente el alta, algo con lo que no descartaba para nada el que se produzca su hipotético regreso a los escenarios. Comentando el título del libro, Yosi aseguró que “Canciones, algún desliz y dos o tres fotografías es en lo que precisamente consiste la vida”, dejando tras de sí “alguna que otra canción y que ellas hablen por mí”, estando “mi alma en esos textos”. El orgullo con respecto al resultado del libro se hacía más que patente y, tras esto, y en un gesto de más contención de la habitual por su parte, cedía el ourensano el micrófono.

Tras una gran ovación para el líder de Los Suaves, continuaba Alfonso V. Monxardín, responsable del discurso más explicativo del proyecto, destacando la labor de Laura Lunardelli como “editora, revisora o transcriptora, entre otras muchas funciones” en este doble tomo, con el primero de los volúmenes siendo “un libro clásico de poesía, con todas las letras del grupo en orden cronológico, contando con las portadas de los discos como únicas referencias visuales” y el segundo “algo mucho más colorido, con cerca de 1000 imágenes”.

Seguiría Bieito Iglesias, que usó su intervención para contar algunas anécdotas sobre el homenajeado, siendo un buen ejemplo de ello que la casa en las afueras en la que actualmente vive Yosi perteneció a sus antepasados, siendo ése el lugar en el que creció su padre, así como otras más cómicas, como en el caso de cómo fueron los primeros tiempos del cantante allí, al verse conviviendo con personas no acostumbradas a alguien con una estética perteneciente al mundo de la música, lo que le llevó a sospechar que los habitantes de la zona no tenían intenciones precisamente buenas con respecto a él.

Y cerraba Fortu, con la intervención más corta de la mañana, reivindicando la necesidad de que haya artistas como el cantante ourensano, manifestando su inmensa alegría ante un hipotético regreso de éste a los escenarios y dejando bien claro el cariño que se tienen el uno al otro, quedando cerrado el apartado de intervenciones con los aplausos de todos los presentes.

La puntilla sería puesta por el grupo ourensano Derroche, que aparecería para interpretar en directo Por una vez en la vida y Siempre igual; invitando Borja, el cantante del grupo, a Yosi a sumarse a las voces en la segunda, algo que hizo, llegando el momento, esperadísimo por todos, de volver a ver al artista detrás de un micrófono para cantar una de sus canciones, una situación emotiva a más no poder, y que pondría el broche de oro al evento.

El acto “oficial” se cerraría con un precioso detalle en forma de asiento del antiguo estadio del Atlético de Madrid, el Vicente Calderón, como regalo para Yosi, explicando el cantante que el primer partido que vio allí fue uno entre el propio Atlético y el Pontevedra, al que fue dispuesto a animar al equipo gallego, pero del que salió por completo enamorado de los locales.

Y la mañana terminaría con la locura total desatándose, tras la instalación de una mesa para que Yosi firmara a quien quisiera ejemplares de los libros, que se podían adquirir allí mismo, formándose en ese preciso instante una larguísima cola a la que el ourensano atendió con la misma amabilidad de la que siempre hace gala, sacándose también fotos con todos los que así lo pidieran.

El resto de Los Suaves, en esos momentos finales, se dejaron ver por allí, pero eso es otro tema del que, ojalá, podamos hablar en los próximos meses.

Por ahora, celebremos que Yosi parece estar de vuelta.

Salir de la versión móvil