Aviso amarillo en la costa de las Rías Baixas a la espera de la llegada de una masa de frío polar

Cambio de tiempo en Vigo, con el regreso de nuevo de las lluvias tras una jornada en la que, aunque se produjeron algunas precipitaciones, se pudo disfrutar de algún rayo de sol en un día de tiempo cambiante. Para este jueves, Meteogalicia prevé que los cielos nublados, el viento y las precipitaciones ganen protagonismo, lo que incluso obligará a activar la alerta amarilla en la franja costera. Con todo, la situación en cuanto a las temperaturas se mantendrá estable a la expectativa de la llegada de una masa de aire polar que podría provocar un fuerte descenso térmico en la Península.

Este jueves, todo el litoral gallego estará en aviso amarillo por fuertes vientos, que afectarán especialmente a la costa de A Coruña, donde se prevén olas de hasta seis metros, motivo por el que a partir de las 03:00 horas la Dirección Xeral de Emerxencias activará la alerta naranja. En el caso de las Rías Baixas, la alerta amarilla estará activa entre las 6:00 y las 12:00 horas por olas que podrían llegar a los cinco metros.

En cuanto a la situación en tierra, MeteoGalicia prevé un jueves marcado por las lluvias, con chubascos durante la tarde y la noche, que continuarán durante la jornada del viernes, cuando además se volverá a activar el aviso amarillo en la franja costera por temporal en el mar. Tras una leve mejoría el sábado, cuando la previsión de lluvia se reduce al 40%, a pesar del protagonismo de los cielos totalmente cubiertos, el paraguas volverá a ser necesario el domingo. A largo plazo, y teniendo en cuenta la incertidumbre, todo indica que continuará el mal tiempo y las precipitaciones.

Pero la gran novedad la marcarán las temperaturas. Aunque las lluvias permitirán un cierto ascenso en las mínimas, que pasarán de los 7ºC previstos para este miércoles a los 11ºC del jueves, desde MeteoGalicia avisan que una posible entrada de aire frío desde latitudes superiores a las nuestras en la primera mitad de la próxima semana podría traer un brusco descenso del mercurio. El desplome de temperaturas llegará acompañado, de confirmarse, de nevadas en el norte de la Península.