CORV-0. Este es el nombre elegido por UVigo Aerotech, el equipo de aeromodelismo de la Universidade de Vigo, para su primer prototipo construido. Esta aeronave fue diseñada y fabricada por 23 alumnos y alumnas de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio y de la Escuela Superior de Ingeniería Informática del campus de Ourense que forman parte del proyecto.
El aeromodelo presentado competirá en la próxima Air Cargo Challenge, que tendrá lugar en julio de 2022 en Múnich (Alemania). “Esta es una de las competiciones interuniversitarias de ingeniería aeronáutica más importantes de Europa, donde hasta 30 de las mejores universidades del mundo compiten por crear el mejor diseño de una aeronave destinada a completar una tarea concreta”, explican desde UVigo Aerotech. La labor de las aeronaves de esta edición, detallan, será el transporte de bolsas de sangre como material sanitario, siendo valorados los equipos por las pruebas de vuelo, la inspección técnica de la aeronave y la ingeniería detrás del diseño. “Será el primer equipo gallego en participar en esta competición y uno de los tan sólo cuatro españoles que competirán”, señalan los miembros de UVigo Aerotech.
Señales de identidad de la nave
En los primeros meses del curso 2020/2021, explican desde el equipo ourensano, “se desarrolló el diseño de la aeronave, donde las y los estudiantes pudieron poner en práctica los conocimientos adquiridos en un proyecto real”. A esta etapa inicial, indican, le siguieron la fabricación y finalmente el ensamblaje de toda la aeronave, las cuales tuvieron lugar en el Centro de Investigación, Transferencia e Innovación (CITI) de la Universidade de Vigo, completando los tres escenarios de trabajo marcados por el equipo para esta temporada. Sobre el modelo resultante detallan que durante la etapa de fabricación se utilizaron materiales compuestos como la fibra de carbono, “actualmente imprescindible en el sector aeronáutico”, junto con impresión 3D de piezas en colaboración con el Área de Ingeniería Aeroespacial de la Universidade de Vigo.
“Algunos de las señales de identidad de la aeronave CORV-0 en la competición serán sus prestaciones, entre las que destacan el diseño aerodinámico propio optimizado para la competición, el diseño de las superficies de control o la estructura fabricada en fibra de carbono, realizados por los miembros del equipo”, comentan sus responsables. La próxima temporada comenzarán las pruebas de vuelo, “de gran importancia de cara a preparar la aeronave para la Air Cargo Challenge”.
Esfuerzo conjunto
La historia de UVigo Aerotech comenzó a principios de 2020 con el apoyo del profesor Guillermo Rey y con una primera temporada que finalizó con el diseño del AZOR-0, una aeronave de más de cuatro metros de envergadura y capaz de levantar hasta 12 kilos. Con la experiencia de este precedente y con el horizonte de julio de 2022, el equipo trabajó este curso académico en el diseño, fabricación y construcción del primer prototipo. El alumnado realiza su trabajo dividido en cinco departamentos con el objetivo de “cubrir todas las necesidades del proyecto de forma organizada”. Estos departamentos son Electrónica y Control (en el que se implementan los circuitos del aeromodelo y se elige tanto el hardware como el controlador empleados); Propulsión y Dinámica (que se ocupa del diseño, mantenimiento y ensamblaje del motor, además del diseño y fabricación del tren de aterrizaje); Aerodinámica (que abarca el diseño y fabricación de los elementos aerodinámicos del modelo que permiten levantar la carga de pago necesaria); Estructuras (que estudia las necesidades estructurales del modelo y se encarga de la fabricación) y Organización y Marketing (que se dedica a la organización interna y gestiona las redes sociales y la representación del equipo).
En el desarrollo de esta iniciativa desde UVigo Aerotech hacen hincapié en su agradecimiento a todas las entidades públicas y privadas que colaboran con el equipo. El proyecto, comentan, no sería posible sin el apoyo de las empresas y entidades patrocinadoras, como son Coasa, Utingal, Gurit, Europrecis, Mecadis, Marine Instruments, la Agencia Gallega de Innovación y la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio. “Su colaboración y respaldo hicieron realidad el prototipo que un día imaginamos y ahora podemos presentar”, afirman.