Vigo se ha convertido esta tarde en el epicentro de la lucha feminista de Galicia. Decenas de miles de mujeres, y también de hombres, partieron desde la Praza de Portugal hasta Porta do Sol en defensa de la igualdad, el empoderamiento femenino y el fin de las violencias machistas. La Policía Local cifra la asistencia en 45.000 personas.
La marcha cierra una jornada histórica de huelga y paro de mujeres, no solo en el campo laboral, sino también en el consumo, cuidados del hogar y educación. Una cita inenarrable. Histórica. Que pasará a la memoria colectiva de viguesas y vigueses.
La manifestación ha sido un éxito. Vigo ha demostrado que es feminista con una protesta que ya forma parte de la historia de una ciudad tan reivindicativa como la urbe gallega. La dimensión de la marcha ha sido tal que, a las 21:00 horas, cuando se estaba leyendo el manifiesto en Porta do Sol todavía había gente llegando a Praza de Portugal.
A lo largo de la movilización, mujeres de todas las edades entonaron proclamas como “aquí está aquí se ve o feminismo galego en pé” o “ti que estás mirando nos están matando”. En las decenas de pancartas, también se pudieron leer mensajes como “antes puta que sumisa”, “sin feminismo no habría revolución”, “amo o sexo, odio o sexismo”, “somos personas no objetos” o “de camino a casa quiero ser libre, no valiente”.
Esta misma mañana, el centro de la ciudad fue el escenario de una multitudinaria concentración, convertida en manifestación espontánea, que se erigió como el anticipo de esta masiva movilización que arrancó a las 20:00 horas convocada por los principales colectivos feministas y sindicatos.
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Con la protesta, las mujeres buscan visibilizar la desigualdad que todavía sufren en el campo laboral y social. La brecha salarial, el techo de cristal, un índice de paro superior al de los hombres o la violencia machista y el feminicidio han sido algunas de las causas que han desencadenado en uno de los “8 de marzo” más reivindicativos de los últimos años.
“Si el presente es lucha el futuro será vida”, rezaba la pancarta de una manifestante. Que así sea.