El 8 de marzo el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer. La fecha busca conmemorar la lucha sin cuartel de miles de ellas en busca del empoderamiento y la igualdad frente a los hombres. Este año, campañas como #MeToo en EE.UU. o el “Más mujeres” de los Goya han calentado el ambiente las últimas semanas como previa a una gran movilización mundial.
Las mujeres de todo el mundo siguen, en 2018, sufriendo la discriminación laboral y salarial. Llegan a cobrar hasta un 20% menos que los hombres. A menudo están sobrecualificadas para el puesto que desempeñan y son contratadas en trabajos de menor responsabilidad. El techo de cristal sigue siendo una realidad. Solo el 17% de las consejeras de las grandes empresas del Ibex-35 son mujeres. Sufren más desempleo y de peor calidad. El 60% del empleo temporal de la Unión Europea se crea aquí, en España.
Pero, las mujeres también siguen trabajando dentro de casa. A menudo son las encargadas de las tareas domésticas. Compaginan trabajo con los cuidados a niños y mayores. Siguen teniendo que responder, en las entrevistas de trabajo, deben responder a preguntas sobre su vida privada. Todavía tienen que escuchar cuestiones que no se hacen a los hombres como ¿tienes pareja? o ¿tienes planeado a tener hijos?
La violencia machista sigue matando. Desde que comenzó el registro oficial de víctimas de la violencia machista, en 2003, 924 mujeres han sido asesinadas. En lo que va de año han muerto tres. El año pasado fueron 49.
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Ante el desolador panorama, qué cabe hacer, ¿celebrar o reivindicar? En el Área Metropolitana de Vigo las posturas han sido para todos los gustos. Concellos como Vigo –que ha apoyado oficialmente la huelga–, O Porriño, Tomiño, Nigrán, Cangas o Moaña se han posicionado claramente en la reivindicación. Abel Caballero, alcalde de Vigo, aseguraba esta mañana en rueda de prensa que acudió a trabajar “porque el colectivo feminista así lo solicitaba a los hombres”, pero que “si no hubiera hecho huelga” por los derechos de las mujeres.
Por el contrario, otros municipios como Mos han optado por la celebración. El concello dirigido por Nidia Arévalo organizó esta mañana una excursión de los hijos de trabajadoras municipales, para que los niños y niñas conozcan “o labor e a valía profesional das súas nais”, según explican desde el Concello.
Dos posturas opuestas de vivir y sentir esta jornada. Para unas, el día perfecto para gritar bien alto las desigualdades que todavía sufren y para otras, una fiesta de la mujer.