Ingenieras y físicas de Vigo ante el 8M: "Queda mucho camino por recorrer"

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En un día reivindicativo como el 8M es imposible no poner la mira en los avances y hacer balance de lo que han conseguido las mujeres en su lucha por la igualdad a lo largo de la historia y lo que queda por conseguir. Uno de los reclamos de las diferentes olas del feminismo ha sido, y es, poner en valor el potencial de la mujer en espacios donde cuenta con una presencia escasa o prácticamente nula.

En los últimos años el macrosector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) experimenta un acelerado proceso de expansión, que supone la creación de numerosos puestos de trabajo que demandan perfiles técnicos. Sin embargo, aunque se trate de un ámbito de nuevas tecnologías, se sigue caracterizando, al igual que la mayoría de las ingenierías, por ser un área fuertemente masculinizada. Según los datos que arroja el estudio "As mulleres no sector TIC" elaborado por la Xunta de Galicia el 36,2% de las personas trabajadoras del hipersector TIC son mujeres, frente a un 67,4% de hombres.

En el entorno de la formación también se aprecia una visible desigualdad que, lejos de mejorar, refleja una tendencia a la baja. Según los datos avanzados por el Ministerio de Universidades, en el curso 2020-2021 se matricularon en la titulación de Grado en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación en la Universidad de Vigo un total de 608 alumnos de los que tan solo el 21,5% fueron mujeres. El porcentaje más bajo en los últimos tres años académicos, que representaron un 21,7% de 585 en el 2019-2020 y un 22,9% de 621 en el curso 2018-2019.

Desde el año 2011, cada cuarto jueves del mes de abril, se celebra el Día Internacional de las Niñas en las TIC, con el objetivo de mermar la brecha digital de género y despertar el interés por las vocaciones tecnológicas en niñas y jóvenes. Hoy, con motivo del Día Internacional de la Mujer, repasamos cómo es la situación actual de la mujer en el sector tecnológico, teniendo en cuenta las voces y las experiencias de algunas de las protagonistas del sector TIC en la ciudad olívica.

María Soledad Torres Guijarro

María Soledad Torres Guijarro es Ingeniera y Doctora en Telecomunicación especializada en el ámbito sonoro, profesora de Tecnologías de la Comunicación de la Universidad de Vigo y miembro de la Junta Directiva del nodo Galicia de la Asociación de Mujeres Investigadoras & Tecnólogas (AMIT) como tesorera. En su faceta como docente se centra en asignaturas relativas al proceso sonoro, el ruido ambiental y la acústica. Como investigadora, se encuentra liderando una línea de investigación en ruido submarino, estudiando cómo es el ruido que se percibe bajo el agua y los efectos que tiene en la fauna marina.

Con aproximadamente 30 años de experiencia en el sector, Soledad Torres decidió dedicarse a la ingeniería en telecomunicaciones porque siempre se sintió atraída por la capacidad de la física y las matemáticas para la resolución de problemas. Durante su etapa de formación compartió aulas con muy pocas estudiantes mujeres y, confiesa, se enfrentó a una serie de estereotipos ante los que tuvo que hacerse permeable. "En ese momento, claramente, no era una profesión para nosotras y corría el chiste de que las que estábamos allí era para buscar novio". Actualmente, su experiencia dentro de las aulas como docente la lleva a asegurar que, teniendo en cuenta las ratios -procentaje de estudiantes mujeres-, la situación y la tendencia es a peor. Sin embargo, nos cuenta que nota un gran cambio en la actitud de las estudiantes, ante un profesorado que sigue "masculinizado y, en ocasiones, con actitudes claramente sexistas". "Ellas cada vez son más conscientes de que reciben un trato no igualitario y exigen un cambio en el comportamiento del profesorado", afirma Torres.

El sector profesional de la tecnología se encuentra en pleno proceso de expansión y, según la ingeniera, "ahora hay muchos elementos que ayudan a equilibrar la desigualdad entre sexos en las empresas". Ante la obligación de tener planes de igualdad y una fuerte competencia "no pueden desatender el potencial del trabajo femenino porque pierden mucho talento", explica. Torres considera que las iniciativas para introducir a la mujer en la tecnología "son muy importantes porque ayudan a combatir los mensajes contrarios de la sociedad" y anima a las más jóvenes a que "no escuchen el ruido social que refuerza los estereotipos y que reflexionen sobre sus gustos y capacidades, que se escuchen a sí mismas, porque son profesiones muy interesantes desde el punto de vista profesional... no tienen paro".

Sira López Castro

Sira López Castro estudió Ingeniería Informática y trabaja como ingeniera de software en la sede de GBTEC en Vigo. Con planta principal en Alemania, GBTEC es una empresa especializada en diseño de aplicaciones y software de gestión con el objetivo de mejorar la eficiencia digital de otras empresas. Actualmente trabajan con multinacionales como Vodafone, Rolls Royce, Siemens o Porsche. En su día a día, Sira López, que cuenta con 14 años de experiencia, se encarga, junto a su equipo, de diseñar, desarrollar e implementar los procedimientos de las aplicaciones, es decir, "la parte que está detrás de la interfaz, lo que no se ve".

Su dedicación al mundo de la ingeniería es algo que tuvo claro desde que era una niña y la llegada de las nuevas tecnologías despertó un fuerte interés en ella, lo que la llevó a decantarse por la informática. Según nos cuenta, su paso por la universidad fue "poco habitual". "Cuando yo empecé a estudiar éramos muchos alumnos y casi la mitad éramos chicas, así que nunca sentí ningún tipo de discriminación". En el ámbito profesional nunca tuvo que enfrentarse a ninguna dificultad, aunque "durante alguna reunión de trabajo sí que notamos, tanto mis compañeros como yo, que alguna gente es más reacia a hablar con una chica programadora".

"El sector de la tecnología sigue siendo un mundo masculinizado, eso seguro", afirma la ingeniera haciendo referencia a los datos, mientras destaca que en su equipo de trabajo técnico, de 20 personas, ella es la única mujer. Aunque deja claro que se trata de "un tema de números" y no de recibir un tratamiento diferente por ser mujer. Ante esto, Sira López, hace hincapié en que es "fundamental" poner en marcha iniciativas con la finalidad de despertar el interés e involucrar a las niñas y a las mujeres en sectores tecnológicos. "A veces las niñas piensan más en lo que las orienta la sociedad y es importante enseñarles que pueden hacer carreras técnicas, que no hay ningún tipo de barrera".

Marta Cubilot

Marta Cubilot es ingeniera en Telecomunicaciones por la Universidad de Vigo y especializada en el ámbito de la telemática. Su puesto de trabajo es el de responsable del departamento de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación) en Sivsa. Una empresa de soluciones informáticas y prestación de servicios en el área de las Tecnologías de la Información, que opera en países como Portugal, Chile, Brasil, Perú y Marruecos en el sector de la salud, en el privado y en la administración pública y cuyo centro de I+D+i se encuentra en Vigo. Cubilot, tras 30 años de experiencia, lidera el departamento encargado de generar nuevos productos TIC y de innovar las aplicaciones ya existentes.

Desde que asistía al colegio tuvo claro que su futuro estaría ligado a alguna rama científica de la investigación y confiesa que, aunque creciera en un entorno bastante igualitario, siempre se tuvo que enfrentar a los estereotipos que rodean a la mujer en la tecnología. "En toda la sociedad hay estereotipos, incluida yo misma posiblemente, mi generación y las anteriores fueron criadas en unas convicciones machistas", asegura. Durante su trayectoria profesional se ha encontrado con "muchos estereotipos machistas", entre los que destaca la dificultad a la hora de obtener puestos de responsabilidad y las diferencias salariales entre los hombres y las mujeres. "En la mayoría de las empresas en las que he estado las mujeres éramos las menos pagadas" y esto se debe, según Cubilot, a que "nos seguimos conformando y nos sentimos valoradas con esos sueldos, y no es así". La ingeniera también señala que en reuniones de trabajo no se presta la misma importancia a la opinión de la mujer. "Se corta nuestra opinión en los foros masculinizados", apunta.

La responsable de I+D+i de Sivsa considera que la forma de acabar con estas desigualdades es dando visibilidad a las mujeres tecnólogas y centrando las acciones en "acabar con la creencia de que hay cosas para niños y cosas para niñas". "Es importante que las más jóvenes evolucionen teniendo sus propias preferencias", explica, mientras añade que "la parte femenina se enfoca en temas sociales, pero nunca se dan cuenta de que en el campo de las TIC también se pueden desarrollar soluciones tecnológicas que permiten mejorar la vida de las personas".

Andrea Rodríguez Blanco

Punto GA // M. Riopa

Andrea Rodríguez Blanco es la responsable del Departamento de Tecnologías Cuánticas de Gradiant, el Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Galicia. La idea principal de este nuevo departamento, que lleva en marcha desde agosto del año pasado, es desarrollar tecnologías para mejorar las prestaciones y servicios de la compañía. Actualmente, el proyecto principal que dirige Andrea Rodríguez es el de las antenas cuánticas, un tipo de antenas de gas y átomos que no envejecen, que son auto calibrables y universales.

Para llegar hasta aquí, Andrea Rodríguez estudió física en España y en Reino Unido y se especializó en tecnología cuántica en Innsbruck, Austria, y en la Universidad de Sussex (Reino Unido), donde trabajó de forma experimental con ordenadores y sensores cuánticos, estudios en lo que basó su tesis. Recientemente realizó una estancia en Berkeley, donde estudió técnicas para la corrección y mitigación de errores en los dispositivos cuánticos. Lleva entre 8 y 10 años estudiando y dedicándose al mundo cuántico y nos cuenta que, desde que terminó la carrera, le impactaron las diferentes aplicaciones de la cuántica y la aparición de las nuevas tecnologías supusieron todo un reto para ella.

Lleva prácticamente toda su vida, tanto académica como profesional, "rodeada de hombres" y asegura que no ha tenido muchos problemas. Sin embargo, destaca que las ideas u opiniones de las mujeres son más "cuestionadas" o incluso "aceptadas con reticencia". Aunque el sector de la tecnología sigue siendo un sector masculinizado, Andrea García considera que "las mujeres tendríamos que superar dos barreras que tienen que ver con nosotras mismas". En primer lugar, menciona el síndrome del impostor como una de las barreras que quedan por superar. "Las mujeres tenemos muchas dudas a la hora de exponer nuestras ideas y eso nos lleva a pensar a nosotras misma que los hombres son mejores". Por otro lado, también menciona que, con respecto a la conciliación familiar, "siempre es la mujer la que cede ante la carrera profesional del hombre y ahí es cuando la mujer se va a alejando de estas profesiones que necesitan tanta dedicación". Teniendo esto en cuenta, Rodríguez asegura que se ha avanzado pero "todavía queda mucho camino por recorrer, el problema no es que la mujer entre a trabajar en el sector sino que pueda progresar a nivel profesional".

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