Vigo vuelve a dar ejemplo. Lideró la lucha obrera y ahora se ha propuesto hacer lo propio con la feminista. No es solo una urbe industrial, sino la cuna de las revoluciones. Este 8 de marzo se repitieron las imágenes de los últimos años. Más de 50.000 personas, según datos de la Policía Local, tomaron las calles del centro de la ciudad olívica para lanzar un grito unánime por la igualdad entre mujeres y hombres, un clamor para derribar el patriarcado y poner fin a la violencia machista que cada año sesga decenas y decenas de vidas.
Ni el mal tiempo de la mañana ni la jornada dominical pudieron con la jornada reivindicativa. El sol salió a primera hora de la tarde. A las 18:00 horas estaba todo preparado. Personas de todas las edades secundaron la marcha que comenzó en el cruce de Vía Norte con Urzáiz. “Aquí está, aquí se ve, o feminismo Galego en pé” o “escucha hermana, esta es tu manada” eran algunos de los cánticos que se pronunciaron durante una movilización que culminó en Praza de Compostela.
La Alameda se tiñó de violeta en una animada movilización que culminó con el concierto de Su Garrido Pombo, la lectura del manifiesto y la actuación de Ultraviole(n)tas.
El 8M en Vigo fue mucho más allá de la manifestación de esta tarde. Las acciones arrancaron durante el mediodía en la Farola de Urzáiz, con una performance que contó con la presencia de decenas de mujeres que dejaron claro que “o violador eres ti”. El acto tuvo su parte negativa. Agentes del Grupo Operativo de Apoio (GOA) de la Policía Local identificaron a varias de las asistentes. Su actitud no pudo bloquear una iniciativa en la que todas las mujeres quitaron sus respectivos DNI’s.
En 2020 no hay ni miedo ni temor. Nadie puede con esta marea violeta que año a año sigue caminando para alcanzar esa anhelada igualdad entre mujeres y hombres. Un recital poético y la lectura de un manifiesto a las 14:00 horas en Praza de Portugal completaron los actos del 8M en la urbe gallega.
