Una exposición en pleno corazón de Vigo para rendir tributo a las rederas

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Si a principios del siglo XX la viguesa calle Eduardo Chao fue el escenario urbano donde las mujeres del mar extendían las redes para poder proceder a su remiendo y su sequía, desde ayer la sede de la Diputación, que ocupa el mismo lugar, toma el relevo para volver a dar todo el protagonismo a las rederas gallegas. Así debe entenderse la exposición de Darío Basso , en la que se puede ver el recorrido pictórico que hizo el artista hasta llegar a dar vida al gran mural que viste una parte de la fachada de la sede provincial.

La música, las panderetas y las voces de Tanxugueiras fueron la banda sonora de la inauguración, un acto virtual cerrado al público debido a las restricciones de la pandemia, en el que Darío Basso estuvo acompañado por la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y por Pilar Nogueira, “Pili”, redera de Cangas, que habló en nombre de tantas compañeras que aún practican este arte en tantos otros muelles de la costa atlántica. Un trabajo imprescindible para la pesca, tantas veces invisibilizado y que hay que poner en valor. Pili mostró su emoción “por darnos visibilidad y reconocimiento a este oficio”. Y su orgullo. “Soy biznieta y nieta de rederas, crecí entre redes, hilos y salitre, y gracias a todas las mujeres que nos precedieron ahora tenemos sueldos y condiciones de trabajo dignas. Por las que se fueron, por las que están y por las que tienen que venir, gracias”.

En la exposición, Basso expone una parte de los materiales que utilizó para pintar el mural, y de los bosquejos que fue creando hasta llegar su obra final en la pared exterior de la sede viguesa, una muestra que el propio artista definió como “un homenaje a las mujeres del mar, para recordar su trabajo silenciado y la relación de esta ciudad con el mar”. Recordó el trabajo de investigación antropológico que hizo sobre el oficio de las rederas, ”mujeres indispensables en el sistema alimentario y económico pero invisibilizado”. El artista también relató como “después de tantos años emigrando, para mayor aprendizaje de mi pintura, me emocionaba cuándo salía a correr con cada esquina, con cada movimiento de la ría, con cada color de la ciudad que me vio crecer y a la que volvía. Todo eso, dijo, quería devolver con este mural y esta exposición”

La presidenta provincial, Carmela Silva, ensalzó el poderío y la calidad de Tanxugueiras. “Mujeres poderosas que trajeron las cantareiras al siglo XXI y reconvirtieron los cantares de nuestras abuelas y madres”. Y puso en valor a las rederas como Pili, “una fuerza de la naturaleza que representa las mujeres que tuvieron un enorme peso en la actividad económica, aunque silenciadas, pero con un papel fundamental. Sin redes no había pesca”, recordó. La presidenta de la Diputación calificó a Darío Basso como “el artista total”, “más que un enorme pintor, comprometido con su tiempo y con el espacio que le tocó vivir”. Carmela Silva recordó el trabajo antropológico que hizo el artista que desembocó “en un mural maravilloso que llena de arte de color esta calle y que manda un claro mensaje: cultura siempre pero en pandemia aun más, y detrás de ella la gran red de nuestras mujeres, mujeres empoderadas para cambiar el mundo”.

Por su parte, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que calificó a Basso como el “gran maestro que hizo una obra espectacular”, homenajeó a las rederas. “figuras clave de una cultura excepcional que es la cultura del mar, haciendo industria desde el respeto al mar y a la pesca y con un trabajo que es prodigio y magia”. El regidor tuvo un aplauso especial para Tanxugueiras  y agradeció a la Diputación “su enorme movilidad cultural que llenó de arte y cultura este lugar”.

En la muestra, que se podrá ver hasta el 8 de enero, figuran los bosquejos que Basso creó a partir de la imagen y plástica de las redes de la pesca, 27 acuarelas y un espectacular políptico “Patente”, con 15 fragmentos de telas que fueron colocadas en el exterior de la sede, sobre el suelo para protegerlo de la pintura durante la ejecución del mural. Además, también se muestran los materiales que empleó para pintar, concretamente dos cojines de sofás y una manta que sirvieron para el arrastre de la pintura sobre la parte de la fachada del inmueble. El proceso del artista para elaborar “Redeiras”, en el que contó con la colaboración de Paula Lago, alumna suya, también se ofrece a través de dos pantallas en las que se proyectan imágenes y fotografías de libros en los que el artista se inspiró para realizar la pieza, y un time-lapse que muestra el avance en la ejecución del mural, y como este fue cogiendo forma hasta convertirse en un de los grandes lienzos urbanos de la ciudad de Vigo, llenando de color el Casco Vello.

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