La Asociación Bicos de Papel de ayuda a los niños oncológicos del Álvaro Cunqueiro y la gerencia del Área Sanitaria de Vigo han firmado el pasado martes un acuerdo de colaboración para la instalación y ejecución de obras de adaptación de un parque infantil, que podrán disfrutar los niños y niñas ingresados en el Hospital de Día del Álvaro Cunqueiro. En la firma estuvieron presentes Milagros Martínez y Natalia Dieste, como presidenta y directora de Bicos de Papel, respectivamente, y Francisco Javier Puente, gerente del área sanitaria de Vigo.
La cesión de este espacio, ubicado en la planta O-1, del Hospital Álvaro Cunqueiro, en la zona entre el Hospital de Día de Pediatría y las consultas de oncología, cuenta con un área de 118,56 m2 provisto de un aislamiento e impermeabilización adecuados para convertirlo en una superficie de juegos y de ocio y desahogo emocional. Habrá dos zonas diferenciadas, una para los más pequeños, de carácter más figurativo, y otro para los niños mayores con formas más abstractas y urbanas.
Este proyecto que nació ante la necesidad detectada por la asociación viguesa de mejorar las visitas hospitalarias de las familias con un menor con cáncer, e impulsada por una recaudación de fondos gracias al evento realizado por Toolmaker en junio de 2019, que constó de una Jornada Técnica sobre Industria 4.0 y una cena solidaria, por fin va a ser una realidad en el primer cuatrimestre de 2022.
Para Milagros Martínez, presidenta de Bicos de Bapel, “la construcción de este parque infantil en la zona contigua al HDP donde los niños y niñas oncológicos pasan tanto tiempo, es un hito para Bicos de Papel. Pues va a suponer una mejora sustancial en la estancia en el hospital, permitiendo a estos niños y niñas un respiro, una zona en la que evadirse y hacer más llevadera la estancia en el hospital de día y los tratamientos oncológicos”.
Javier Puente, gerente del área sanitaria de Vigo, agradeció la colaboración de Bicos de Papel y los felicitó por su labor, especialmente la realizada en el campo de la humanización, ya que “recibir unha asistencia con altos niveis de humanización é un dereito de todos os pacientes, especialmente daqueles máis vulnerables, como son os menores. Dispor de espazos máis amables e adaptados ás necesidades do neno e as súas familias facilita a relación terapéutica e reforza o vínculo de confianza que se establece co persoal”.