Reducir al máximo los “dramas personales” que supone la pérdida de niños en la playa. Aunque desde 2014 se han reducido las pérdidas a algo más de la mitad, el Concello busca reducir los sustos que suponen repartiendo desde hoy pulseras identificativas para los más pequeños.
Este año, se repartirán unas 1.500 pulseras que incluyen el nombre y apellido del menor y el teléfono de contacto de sus padres. De esta forma, se intenta reducir al máximo el tiempo de reacción. Cuando un menor se pierde, debe acudir lo antes posible al puesto de emergencia o a las zonas de socorrismo para que los profesionales de la vigilancia de los arenales puedan llamar lo antes posible a sus padres o madres. “La Policía llama y evita un drama personal reduciendo minutos de gran ansiedad”, aseguró esta mañana el regidor olívico.
En concreto, las pulseras se repartirán desde este lunes en las playas de Rodas, Figueiras, Fortiñón, Canido, O Vao, A Fontaíña, Samil, Argazada, Tombo do Gato y A Punta.
Mientras que en 2014 se perdieron 156 niños y niñas, en 2015 el número descendió a 114 mientras que en 2016 pasó a 90 y en 2017 se rebajó hasta los 77. El año pasado se extraviaron 88 menores mientras que este verano se han registrado, por ahora, 11 pérdidas.