Música y luz es ya un emblema de la Navidad de Vigo después de que el alcalde, Abel Caballero, lo hiciera viral en una de sus habituales y eufóricas intervenciones al encender el alumbrado de la urbe gallega, que ha logrado deslumbrar a media España, convertido en un éxito de visitantes y de atracción mediática. Sin embargo, en Ourense, el siempre atractivo Allariz lleva años apostando por algo diametralmente opuesto a Vigo que, contra todo pronóstico, ha despertado el interés del turismo. Si en Vigo la Navidad es luz, en Allariz se traduce en sostenibilidad.
“O noso non é unha guerra de luces”, explica a Metropolitano la concelleira de Turismo y Promoción económica, María López, para descartar ningún tipo de enfrentamiento con la ciudad olívica que, reconoce, “xoga noutra liga”. Allariz, con sus poco más de 6.000 habitantes acostumbra aplicar una política que ha logrado incluso que el gigante Inditex disponga de tiendas en este pequeño pueblo del sur de la provincia, algo muy poco habitual en las grandes marcas comerciales. Para la Navidad, el Gobierno local lleva desde 2015 apostando por un modelo diferenciador, conscientes de que competir en alumbrado es misión imposible. Con un presupuesto de 9.000 euros (en Vigo las Navidades suman más de un millón de euros), los equilibrios son complejos para lograr una decoración a la altura. Por ello, López reconoce que la implicación del personal municipal y de todo el Gobierno es crucial para haberse convertido en la referencia de la Navidad sostenible en Galicia.
Sin ninguna inversión publicitaria, el modelo navideño de Allariz ha logrado captar la atención del turismo gallego, que se acerca a un municipio que comenzó su apuesta con perfil bajo pero que ha logrado, según explica la concelleira, “estar no calendario”. “Xente de toda Galicia pregúntanos dende fai semanas cando estará todo instalado”, revela tras recordar que no existe una inauguración oficial ni una mediática cuenta atrás.
El concepto es sencillo. A lo largo del casco urbano se crea una ruta navideña con diferentes escenografías que representan escenas típicas de la Navidad. Un “Nadal rústico” con un toque de nieve y mucha artesanía a base de elementos de madera y materiales reciclados. “A idea era reutilizar estruturas do Festival Internacional de Xardíns efímeros que remata no mes de outubro”, explican desde el Concello. Bajo una premisa de reutilización, se han desplegado doce puntos que además podrían ser considerados como “puntos selfie” que se distribuyen por el casco urbano.
Un minimundo, con pequeñas figuritas con hadas y gnomos, columpio, estación de tren, trineo en el bosque… Entre las novedades, un tiovivo de madera y una estación de esquí. También hay un guiño para el cuidado del Planeta y el cambio climático con una escenografía del Polo Norte y el Polo Sur.
Volviendo a las luces, Allariz solo las usa de apoyo y no de elemento central de su Navidad. “Non facemos grandes contratacións”, explica la concelleira para detallar que el Concello no las alquila a una empresa, sino que cada año compra algún nuevo elemento lumínico que después se guarda y se sigue reutilizando. De su colocación se encarga el electricista local, “sen subcontratacións”.
Por supuesto, en un mundo globalizado como el actual, también hay espacio para las tradiciones más enxebres. En este caso, la Navidad de Allariz también cuenta con la figura del Apalpador. “É importante dar un pouco de contexto e explicar figuras como a do Apalpador no Nadal alego”, alegan.
En definitiva, una Navidad diferente y alternativa que sin grandes inversiones y aspavientos también logra su objetivo de atraer turismo a través de un modelo sostenible. De forma paralela, se han puesto en marcha hasta tres iniciativas para incentivar el comercio local con sorteos y regalos para lo clientes, que complementen el atractivo turístico y logren dinamizar el comercio de calle.