La moda de los bancos ubicados en lugares de gran belleza natural no cesa, a veces con más acierto otras con menos. Esta vez es el Concello de Arbo el que ha decidido instalar dos bancos en puntos estratégicos del Sendeiro dos Pescadores. Con ellos, el Gobierno local quiere "animar a renovar energías en contacto con la naturaleza. Recorrer senderos llenos de vida que descubren un Arbo mágico, abundante de historia y de rincones únicos".
En concreto, los dos bancos se han instalado en los miradores de O Bravo y Amieira, puntos estratégicos de encuentro visual con la naturaleza. En ambas localizaciones es posible sentarse y disfrutar del sonido de las aguas del río o relajarse sintiendo el aire en el rostro.
La senda dos Pescadores recorre las orillas del Miño a su paso por Arbo y cuenta con varias variantes con diferentes recorridos. Para llegar a la más larga, denominada "das pesqueiras" se debe tomar la carretera que une Arbo con As Neves (PO-400) y cerca del kilometro 14 a la altura de Sela coger un desvío para adentrarse en una zona de viviendas, donde a mano derecha se puede ver una antiguo aserradero y, a 500 metros, la antigua fábrica de cepillos, de la que todavía se conserva una torre de aproximadamente 20 metros que servía de chimenea.
A continuación hay que cruzar el puente que atraviesa la vía del tren y nos encontramos con unas construcciones antiguas con una arquitectura muy peculiar para llegar ya a la zona de aparcamiento desde donde podemos ir divisando el hermoso paisaje que vamos a descubrir en la senda.
La ruta comienza con un descenso en zigzag, hasta una explanada que da al Miño, donde encontramos una zona de ocio con merendero y playa fluvial, zona de pesca y un entorno exclusivo para relajarse mientras contemplamos el sereno cauce del Rio. Esta senda de más de 10 kilómetros presenta un trazado paralelo a la orilla del río, así como por caminos ya existentes utilizados por los pescadores para acceder a las pesqueiras situadas en el Río Miño.