A finales del siglo I, los romanos construyeron la Vía XVIII, también conocida como Vía Nova, con la finalidad de unir Braga con Astorga. Durante este proceso, y para facilitar los trabajos, levantaron un campamento militar en el concello ourensano de Bande, concretamente en Porto Quintela, un enclave natural "escondido" entre bosques y montañas cuyo gran atractivo es la existencia de aguas termales.
Así, atraídos por estas caldas, los romanos construyeron un asentamiento compuesto por el campamento Aquis Querquennis y por las conocidas termas de Bande, que continúan enamorando a quien las descubre e incluso a miles de espectadores desde la pequeña pantalla. Este rincón de Galicia fue uno de los escenarios elegidos para rodar la serie de Netflix "El desorden que dejas", basada en el libro homónimo de Carlos Montero y protagonizada por Aarón Piper, Inma Cuesta y Bárbara Lennie.
Actualmente, todavía se conservan restos de este complejo arqueológico romano, declarado Bien de Interés Cultural en 2018, que se encuentra a orillas del embalse de As Conchas, en el valle del río Limia. Precisamente esta ubicación provoca que tanto las termas como el campamento sea visitable únicamente en algunas épocas del años, ya que cuando aumenta el nivel del agua del embalse el acceso se ve limitado por las inundaciones.
El campamento Aquis Querquennis, conocido popularmente como A Cidá, cuenta con una extensión aproximada de tres hectáreas y, los estudios arqueológicos realizados hasta ahora, han permitido saber que el yacimiento estuvo habitado entre los siglos I y II y abandonado tan solo un siglo después. Según la Fundación Aquae Querquennae Via Nova los restos que se conocen, hasta ahora, son el cuartel general, los barracones de las tropas, graneros, un hospital, vías interiores y sistema e drenaje y la red defensiva.
A aproximadamente media hora del campamento, se encuentran las Termas de Bande, a las que se puede acceder a cualquier hora y de forma gratuita, aunque siempre teniendo en cuenta la subida del nivel del agua del embalse. Las termas cuentan con varias "piscinas" y bañeras de piedra, algunas de ellas individuales, y se caracterizan por sus aguas mineromedicinales que llegan a alcanzar temperaturas entre 36º y 48º C. Así, estas aguas termales están recomendadas para uso terapéutico, mayoritariamente para procesos reumático y enfermedades de la piel. Además, se encuentran rodeadas por un frondoso bosque y montañas que invitan a la relajación.