Descubre en Portugal la poza que te hará reconectar con la naturaleza a una hora de Vigo

Publicidad

Conocido por ser el pueblo más antiguo de Portugal, Ponte de Lima es uno de los municipios imprescindibles a visitar en la zona norte del país luso. Famoso por sus leyendas, en la que se creía que el río Lima hacía olvidar su vida a la persona que lo cruzaba; por su puente peatonal, sus jardines y sus iglesias y capillas, este municipio del distrito de Viana do Castelo tiene mucho más que ofrecer si nos sumergimos en sus freguesías.

Siendo una de las zonas por donde pasa la Vía Romana XIX y el Camino Portugués a Santiago desde Oporto, la freguesía de Labruja destaca por sus “espléndidos paisajes de montaña, sus zonas ribereñas y gran riqueza patrimonial, en especial el Santuario del Senhor do Socorro”, destacan desde la institución Aldeias da Mesa dos Catro Abades, responsable de impulsar el turismo sostenible en las zonas de Labruja, Bárrio y Cepão, Calheiros y Labrujó, Rendufe y Vilar do Monte.

Dentro de los muchos rincones que se pueden destacar de esta freguesía de Ponte de Lima, existen dos que llaman especialmente la atención por su contorna natural y sus aguas: Los Passadiços e Moinhos de Várzea en la Ribeira de São João y el Poço do Pé do Negro.

Estos dos puntos se encuentran a escasa distancia del Santuario del Senhor do Socorro, monumento emblema de la freguesía que vale la pena visitar. Construido en las últimas décadas del siglo XVII, concretamente en 1773, es una iglesia barroca con “un entorno paisajístico impresionante” donde destaca su fachada con dos torres y sus escaleras flanqueadas por ángeles con trompetas y estatuas alegóricas.

Santuario do Sr. do Socorro en Labruja, Ponte de Lima (Aldeias da Mesa dos Cuatro Abades)

Una vez visitado el emblema de la freguesía, solo tendremos que dirigirnos a la rúa dos Santuario do Sr. do Socorro para llegar a los destinos, la cual encontraremos nada más salir del santuario. El primero será los  Passadiços e Moinhos de Várzea en la Ribeira de São João.

A tan solo seis minutos andando, encontraremos una serie de pasarelas y puentes colgantes de madera que nos llevarán por una pequeña ruta de media hora donde podremos disfrutar del entorno natural, los molinos de agua restaurados y el Parque de Lazer da Várzea, junto al puente del mismo nombre. Un lugar donde dejarse envolver por la naturaleza de Labruja a la ribera de un pequeño río, el cual podemos cruzar a través de los puentes colgantes de madera construidos.

Para visitar el segundo destino destacado de esta freguesía de Ponte de Lima, tendremos que volver a la rúa do Santuario do Sr. do Socorro y volver a caminar menos de 10 minutos hacia el sur, donde encontraremos el Poço do Pé do Negro, una zona de aguas cristalinas delimitadas con un gran bosque verde que invita a pasar allí todo el día sumergido.

La espectacular zona de baño, con las aguas del río Mestre que limita la freguesía de Labruja con la de Bárrio y Cepões, no tiene horario ya que no es un espacio vigilado, por lo que se recomienda que tener cierta precaución ya que cuenta con una pequeña cascada. Sin embargo, y debido a sus zonas rocosas y con cierta profundidad "es perfecta para sumergirse y evadirse, en un entorno lejos de las grandes poblaciones", destacan desde la Aldeia dos cuatro abades.

Imagen aérea do Poço do Pé do Negro (Aldeias da Mesa dos Cuatro Abades)

Esta zona es muy visitada por vecinos y turistas y un punto clave en el Trail Pé do Negro que se realiza cada año en la villa y que esta edición tendrá lugar el 29 de octubre. Dentro de esta competición que recorre buen parte de la localidad de Ponte de Lime, el Poço do Pé do Negro  pone a prueba el equilibro de los participantes, ya que, pese a que se pone una cuerda para que puedan pasar por la pequeña cascada, alguno acaba mojándose al resbalar en las piedras.

Mapa

Salir de la versión móvil