Dos cascadas y pozas de agua cristalina en la frontera con Portugal

Cascada y poza de Portela do Homem // Cámara Municipal de Terras de Bouro

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Nuestro vecino Portugal tiene mucho que ofrecer en cuanto a ocio y naturaleza. Sus ciudades, sus playas o sus pueblos con encanto han trascendido al panorama internacional y son ya grandes conocidos que cada año atraen turistas de todos los rincones. En cambio, otros tesoros portugueses son todavía desconocidos, espacios de interior, entre sierras, bosques, acantilados... que regalan estampas únicas y experiencias más íntimas.

Si hablamos de lugares infravalorados -o al menos que no reciben la atención merecida- sin duda debe hablarse de Serra de Gerês, la segunda más alta de Portugal, ubicada al norte del país. Un Parque Nacional repleto de patrimonio, historia, paisajes, miradores, y lo que hoy nos concierne, pozas y cascadas, resultado de la variedad de ríos que atraviesan sus picos. Nos situamos en el municipio de Terras de Bouro, distrito de Braga, que acoge gran extensión de este paraje natural compartido con Galicia.

Portela do Homem

Uno de los atractivos principales del parque es la cascada de San Miguel o Portela do Homem, a tan solo 500 metros de la frontera española. Es allí, en la zona fronteriza, donde se debe estacionar el coche para continuar a pie los últimos metros. Se trata de una piscina natural que llega a alcanzar los 4 metros de profundidad en los meses de mayor caudal, ideal para quienes disfruten buceando, aunque teniendo en cuenta que la temperatura del agua no es precisamente cálida.

Es una poza ideal para conectar con la naturaleza, para darse un baño con gafas de buceo incluidas para conocer su fondo y para tomar el sol en sus rocas pulidas por el agua durante siglos, único espacio en el que se puede descansar y extender la toalla.

Poza y cascada de Portela do Homem // Cámara Municipal de Terras de Bouro

Esta cascada, que prácticamente separa Portugal y España supone un enorme reclamo para la gente de la zona, por lo que suele ser bastante frecuentada. Además, es el broche final de una de las rutas de senderismo que recorren el parque. Para acceder a ella lo más sencillo es cruzar la frontera en este punto, por la OR-312 (N308-1 ya en Portugal) entrando en el Parque Nacional, donde durante el verano se instala un puesto de control que cobra 1,50€ por el acceso para el cuidado y mantenimiento del entorno. Finalmente la ruta desciende a través de una antigua calzada romana, Vía Nova XVIII, ya a pie.

Cascada y pozas de Arado

Otra opción para valientes es la cascada y las pozas de Arado, que se ubican en el río que les da nombre y que nacen gracias a los afluentes Camalhão y Teixeira. Se encuentra aproximadamente a 3 kilómetros del pueblo de Ermida, a una altitud de 900 metros y a 18 kilómetros de Portela do Homem. El acceso puede realizarse en coche casi por completo, a excepción del último tramo de un kilómetro que se adentra en la naturaleza por pistas de tierra que deben recorrerse andando.

La cascada de Arado se distribuye en varios saltos consecutivos de agua que dejan unas pozas muy apetecibles en cada uno de los escalones, de aguas limpias y de un potente color azul, enmarcadas por las propias rocas de la montaña. Sin embargo, la belleza es equiparable al riesgo, pues al sucederse las caídas del agua puede resultar peligroso en función de la fuerza y caudal del río.

Cascada de Arado // Cámara Municipal de Terras de Bouro

Para llegar a las pozas del Arado, desde Portela do Homem se debe tomar un camino de algo más de media hora en coche, que por suerte lleva también al mirador da Pedra Bela, a 830 metros de altitud que ofrece unas vistas panorámicas y únicas del Parque Natural. Desde este mirador se descienden otros 4 kilómetros dirección sur hasta un cruce que señaliza la cascada y posteriormente un puente sobre el río que hay que cruzar.

Todo este trayecto lleva a un pequeño mirador frente a la cascada desde el cual se puede acceder a la poza inferior, a través de un camino entre vegetación en el que hay que extremar precauciones para al fin disfrutar de las aguas turquesas del río Arado.

Además de estas pozas principales, en el entorno de ambas cascadas se pueden encontrar otras pequeñas pocitas y bañeras naturales, de menores dimensiones y que estarán más condicionadas por la cantidad de agua que lleven los ríos en cada momento, pero además, en Peneda-Gerês existen otras caídas de agua igualmente espectaculares, como la cascada de Leonte, la de Rajada o mismo la de Tahiti, de la que te hablamos aquí.

Ruta para llegar a las pozas

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