Cabos, playas únicas, ensenadas, increíbles acantilados y mares salvajes. El litoral del noroeste gallego, conocido por la bravura de sus aguas, es también un destino perfecto para empaparse de las leyendas, cultura e historia de Galicia.
La Costa da Morte, en A Coruña, está salpicada de enclaves naturales con los que descubrir el paisaje gallego más mágico y agreste, fruto de su recortada línea de costa. Por eso, aunque esta zona albergue destinos que hay que visitar por lo menos una vez en la vida, hoy os proponemos una escapada al atractivo triángulo en el que finaliza, o comienza, una de las costas más peligrosas de Galicia.
Fisterra
El fin del mundo. Aquí empieza esta pequeña ruta por el litoral coruñés que nos llevará a conocer lugares mágicos y legendarios como Fisterra, Corcubión, Ézaro y su cascada, y Carnota con una de las mejores playas del mundo.
Fisterra, del latín "finis terrae", representa el fin del mundo gallego, al igual que en otros lugares como Bretaña o Cornualles. Se trata de uno de los lugares más representativos de la Costa da Morte que además está plagado de leyendas en cada uno de sus rincones. Una de las más conocidas es la del Ara Solis, un altar al sol descubierto en la época romana y mandado a destruir por el Apóstol Santiago por su carácter pagano.
Fisterra es una villa marinera muy característica, con un casco histórico que te invita a perderte por sus mágicas callejuelas. Sin embargo, su principal reclamo turístico es el faro, activo desde 1868. La importancia del Faro de Fisterra, además de las numerosas leyendas que lo envuelven, es la protección que brinda en una de las costas más peligrosas de Galicia. Paralelo al Monte Pindo, se alza cinco kilómetros sobre al mar, protegiendo y formando la ría de Corcubión, en un enclave que ofrece unas vistas espectaculares sobre todo al atardecer. Desde este punto del cabo de Fisterra se puede apreciar la inmensidad del océano que hará que te sientas realmente en el fin del mundo.
Para llegar hasta el faro se puede ir en coche o recorrer el último tramo del Camino de Santiago, una ruta milenaria que acaba frente al mar de Fisterra, en el kilómetro cero del Camino. Desde el centro del municipio la ruta esta muy bien señalizada y hasta el faro seguramente encontrarás a un gran número de peregrinos que, tras llegar a Santiago de Compostela, siguen la marcha para acabar el Camino en el "fin del mundo". Durante el recorrido de aproximadamente tres kilómetros de subida suave, si la niebla lo permite, se pueden apreciar los numerosos acantilados del fin del camino mientras se va descubriendo el faro a lo lejos.
Otra visita obligatoria en Fisterra son sus playas bañadas por las heladas aguas del Atlántico. Entre los arenales más conocidos de la villa se encuentra la playa da Langosteira o la do Rostro, sin embargo no puedes dejar de visitar calas como la de Mar de Fóra, o la de Corbeiro, una pequeña y paradisiaca playa escondida, rodeada por un acantilado, que no suele estar muy concurrida.
Ézaro
Dejando atrás el "fin de la tierra", la próxima parada será Ézaro y todos sus encantos naturales. Si quieres seguir enamorándote de la Costa da Morte, antes de Ézaro te encontrarás con playas como la de Sardiñeiro, la de Restrelo o la de Estorde, y si te desvías hacia Redonda y el Cabo de Ce podrás disfrutar de una maravillosas vistas desde el Faro de Cabo C y después dejarte conquistar por Corcubión y su conjunto histórico artístico, típico de una villa marinera.
A menos de media hora de Corcubión se encuentra otro lugar mágico rodeado de leyendas, desde donde contemplar una perspectiva diferente del cabo Fisterra. Llegando a Ézaro, desde la carretera nos recibirá el majestuoso Monte Pindo, una gigantesca masa granítica cada vez más imponente a medida que te acercas. Una visita imprescindible es la Fervenza do Ézaro, conocida por ser la única cascada de Europa que desemboca en el mar. También llamada la Cascada do Xallas, se trata de la espectacular desembocadura del río Xallas que se precipita 40 metros por un cañón al pie del Monte Pindo, ofreciendo un espectáculo natural digno de admirar.
A la cascada es posible acceder en cualquier momento, sin embargo se puede disfrutar de una manera todavía más mágica y diferente con las funciones de luces que se programan durante el verano. Según los horarios ya publicados, este año el espectáculo lumínico tendrá lugar todos los sábados de julio, agosto y septiembre, excepto el último sábado de septiembre, y los domingos 24 de julio y 14 de agosto. El horario en el que la Fervenza de Ézaro cambiará de colores será de 23:00 a 00:00 horas de los días señalados. Puede consultar los días en el que estará activo el espectáculo en el Facebook del Concello de Dumbría.
Muy cerca de la cascada, a escasos cinco minutos en coche, se encuentra el mirador de Ézaro, otro punto desde se podrá apreciar una puesta de sol única con una preciosa perspectiva del imponente Monte Pindo, el Cabo Fisterra, las Illas Lobeiras y la serpenteante desembocadura del río Ézaro, o Xallas.
Carnota
En final de este pequeño tour por la Costa da Morte será en Carnota, donde no solo se encuentra dos de los hórreos más grandes de Galicia sino también una de las mejores playas de la Comunidad. En este municipio costero de A Coruña figuran aproximadamente 900 hórreos, sin embargo el de Carnota es uno de los grandes atractivos turísticos de la zona por ser el más grande de estilo Noia. Declarado Monumento Nacional y clasificado como el tercero más grande de Galicia, junto al de Lira y al de Araño, en Rianxo, alcanza hasta los 34,76 metros de longitud. A escasos cinco minutos del hórreo de Carnota se encuentra el de Lira, en la parroquia del mismo nombre, otra imponente e interesante construcción, incluso más grande con 36,53 metros de longitud.
Un paradisiaco arenal prácticamente virgen es otro de los reclamos de la zona. La playa de Carnota es considerada una de las cien mejores del mundo según la revista alemana "Traum Stände" por su belleza y riqueza ambiental. En la misma línea, la plataforma Rentalia la sitúa entre las tres mejores de Galicia según una encuesta con más de 1.000 opiniones.
La de Carnota también es una de las playas más grandes de Galicia con hasta siete kilómetros de arena fina y blanca. Con forma de medialuna, el arenal termina en un conjunto de dunas y marismas que cuentan con comunidades de plantas y animales de gran interés medioambiental. Pero esto no es todo, el río Vadebois se une con el océano en esta playa formando lo que se conoce como "A Boca do Río", un espectáculo natural en el corazón del arenal. En definitiva, la playa de Carnota es perfecta para dar un paseo, bañarse y dejarse maravillar por la naturaleza, siempre en compañía del imponente Monte Pindo. Se recomienda tener extremo cuidado con las corrientes y las mareas en esta playa.