Sus torres almenadas le dan una apariencia fortificada poco habitual y quizá por ello la Catedral de Tui se erige en la villa fronteriza como su máximo exponente artístico, un edificio que empezó a construirse en 1120 y que tras sus anchos muros esconde nueve siglos de historia.
Hoy, alejada del carácter defensivo que le da forma, el templo tudense acoge diferentes actividades que van más allá del motivo únicamente religioso y que le otorgan un carácter dinamizador de la ciudad. Como cada año, el festival Música no Claustro la llena de música, historias y amor por el patrimonio.
Además de los conciertos, con música renacentista y barroca pero también jazz y contemporánea, el festival celebra diferentes actividades paralelas entre las que se encuentran unos recorridos nocturnos guiados.
El evento, dirigido por el tudense Samuel Diz, toma cada año un elemento distintivo relacionado con la Catedral y a través del cual gira la programación. En esta ocasión, los recorridos nos llevarán, a través del misterio de la noche, siguiendo la figura de Diego de Avellaneda, obispo del templo entre 1526 y 1537 considerado “reformador en el cuidado y valoración de cada documento como fuente inapreciable de la historia”.
Partiendo del característico cimborrio de la Catedral, elevado sobre el cruceiro de la nave central con los trece roeles del escudo de los Avellaneda, los asistentes descubrirán, gracias al historiador Suso Vila, las huellas de Diego de Avellaneda. También visitarán la torre fortificada de Soutomaior donde se recreará la estructura del antiguo palacio episcopal.
Los recorridos nocturnos se celebran diariamente hasta el viernes, 10 de agosto, comenzando después de cada uno de los conciertos programados –que arrancan a las 21:30 horas–. Al finalizar la visita, se incluye un vino albariño en los jardines del templo.
Estos recorridos están limitados a 20 personas por jornada y tienen un precio de 6€. Para anotarse es necesario escribir a contacto@musicanoclaustro.com o a través del teléfono 622 608 494.