Lajes Altas, cascadas de vértigo en plena naturaleza del norte de Portugal

La cascada sorprende por sus dimensiones y el fuerte sonido del agua al caer.

Publicidad

En lengua gallega tenemos infinidad de palabras para denominar a las cascadas: algunas tan sugerentes como fervenza (por su semejanza al agua hirviendo –fervendo-) o ruxida y ruxidoura (por el sonido del agua al caer). Cachoada, cachoeira, cachón, callón, abanqueiro, cadoiro, freixa, salto, seimeira… son otros ejemplos de la variedad de sinónimos existentes para este tipo de formaciones surgidas de la espectacular combinación de un curso de agua y un desnivel en el terreno.

Aunque Galicia alberga buenos ejemplos de estas bellas formaciones que, como si fuesen grandes tapices de agua, completan la belleza de muchos parajes naturales, en el Norte de Portugal también descubriremos impresionantes cascatas (también conocidas como cachoeiras). A menos de una hora en coche de Vigo, en el municipio de Paredes de Coura se encuentran las espectaculares Cascatas das Lajes Altas.

Se trata de una gran catarata que forma el ribeiro das Poldras, afluente del río Coura, a su paso por la parroquia de Infesta. El lecho fluvial en esta zona es de roca desnuda y, aprovechando una gran brecha excavada en la piedra, el agua cae con gran fuerza y espectacularidad, especialmente en la época de lluvias. Pero, si remontamos el río por encima de la gran cascada podemos encontrar otros pequeños saltos, pozas y tranquilos remansos. Y todo ello rodeado de una exuberante vegetación y bosque de ribera.

Impresionante lecho de roca desnuda en plena cascada.

Para llegar hasta ellas no es preciso caminar un largo recorrido si bien es recomendable llevar buen calzado, pues el itinerario transcurre por pistas de monte. Como en todos los enclaves fluviales con pozas y cascadas, deberemos tener especial cuidado al caminar por la zona, muy húmeda y donde cualquier descuido puede terminar en un resbalón o caída.

Cómo llegar a Lajes Altas

La cascada grande se sitúa muy cerca de una de las rutas de la red municipal de senderos de Paredes de Coura que, con una longitud de 5,5 kilómetros, atraviesa las parroquias de de Formariz, Infesta, Cunha y Resende. Se trata de un agradable paseo que parte de la capilla de Nosa Senhora de Irijó y atraviesa un hermoso paisaje rural salpicado de zonas de viñedos, campos de maíz y bosques de roble. Pero, si lo que queremos es llegar de la forma más directa posible, tenemos otras opciones.

La más sencilla es tomar la carretera M514  hasta Infesta, donde dejaremos el coche. Es útil tomar la referencia “Trilho das Cascatas Lajes Altas (início)” que aparece en Google Maps como punto de salida para el recorrido a pie. Allí tomaremos la pista de tierra, donde encontraremos las balizas de señalización de la ruta de senderismo.

Para llegar directamente a la gran cascada debemos seguir esta pista y, en el primer cruce de caminos, continuar por el que está más a la derecha (para asegurarnos de que estamos en el desvío correcto, tomaremos como referencia el pequeño depósito de agua que veremos a mano derecha según empieza este camino). Otra pista que nos constatará que hemos tomado el desvío adecuado es que, en cuanto nos adentramos por el camino y continuamos avanzando, iremos escuchando cada vez con más fuerza el sonido del agua.

Siguiendo este sendero que transcurre por agradables áreas de sombra iremos a parar a una barrera metálica, una nueva referencia que nos confirmará que estamos llegando a nuestro destino. A aproximadamente 100 metros encontraremos el lugar de Lajes d’Agua d’Alto, con su espectacular cascada y un banco con un gran marco a modo de photocall.

Zona de banco y mirador hacia la gran caída de agua.

Desde este punto, donde se encuentra la base de la cascada, unos escalones suben hacia la parte alta del curso del río. Se trata de una zona de fuerte desnivel en la que debemos ir con cuidado, pero que bien merece la pena por lo impactante de las vistas al río, que baja con poca profundidad, dejando ver el lecho de piedra, y a gran velocidad. Ya en la zona alta encontraremos un cartel informativo y un paraje paradisíaco formado por un tramo de pequeñas cascadas y pozas envueltas de un espeso manto verde de musgo y vegetación. En el lecho del río, unos pasos de piedra (poldras) nos permitirán cruzar a la otra orilla.

Pasos (poldras) para atravesar el río.

De aguas altas a un mirador y peregrinación

En el tramo superior podemos encontrar pequeños saltos y zonas donde el agua empoza.

Además de la visita a las Cascatas das Lajes Altas, Paredes de Coura nos ofrece un sinfín de lugares únicos que, además, están a muy pocos kilómetros  los unos de los otros (a unos minutos de desplazamiento en coche). La aldea de Porreiras con su “Eira Comunitária” repleta de hórreos situados a media ladera en la montaña es un imprescindible en una visita por la zona. Y muy cerca encontramos otro enclave “de altura”: el Monte da Pena, con sus singulares formaciones rocosas, su antigua capilla y un mirador a 536 metros de altitud.

Vistas desde la capilla de Nossa Senhora da Pena

Este pedregoso monte se encuentra en la parroquia de Mozelos y acoge la capilla de Nossa Senhora da Pena, una zona de merenderos y un sorprendente mirador formado por unas escaleras y plataforma metálica que surge en las alturas entre grandes bolos graníticos de redondeadas formas. Desde allí podemos contemplar el valle del Coura, con sus zonas de cultivo, aldeas y antiguos caminos. Y, en días despejados, incluso es posible divisar el mar desde este idílico punto.

La capilla data del siglo XVIII y custodia a la patrona de Mozelos, cuya historia incluye una larga tradición de peregrinaciones. Con el objetivo de recuperar el camino empleado por los romeros que acudían hasta A Nossa Senhora da Pena para realizar sus ofrendas y peticiones, se ha creado un recorrido peatonal que parte de la zona baja de la aldea (lugar de Escadabouça) y sube hasta la zona de la ermita, merenderos y mirador.

Se trata de un recorrido corto (algo menos de 600 metros) pero de gran desnivel (21% de inclinación media). La combinación entre cuestas y escaleras, las fuentes y los bancos que encontraremos en el camino hacen mucho más agradable la peregrinación hasta este lugar lleno de encanto.

Vistas desde lo alto del miradorde Nossa Senhora da Pena
Salir de la versión móvil