Una ruta por los acantilados del río Corgo sobre pasarelas de madera para descubrir naturaleza e historia lusa. Los amantes del senderismo pueden encontrar en el país vecino numerosas propuestas para pasear por espectaculares construcciones que permiten caminar por lugares antes inaccesibles como son los Passadiços de Orvalho, de Mondego, de Paiva u opciones coloridas como es el caso del Trilho dos Gaios. Si se opta por visitar el municipio de Vila Real, localizado en el norte de Portugal, los Passadiços do Corgo son una visita obligada para los amantes de las caminatas.
En pleno corazón de la ciudad de Vila Real se encuentran los Passadiços do Corgo, unas pasarelas de madera que dan acceso a la naturaleza antes inaccesible que escondía la ribera del río Corgo. Esta ruta abierta al público es la primera fase del proyecto de los “Percusos naturais do Corgo” (Rutas naturales del Corgo), una obra que espera unir a través de caminos y estructuras los dos márgenes de la urbe portuguesa.
Esta primera fase cuenta con cerca de dos kilómetros y medio de caminos de tierra y pasarelas de madera que surcan la orilla del río Corgo por sus acantilados y cascadas que permiten descubrir, recuperando recorridos históricos, el lado verde la ciudad lusa. “Cuando todo el proyecto esté concluido, la ruta conectará la ciudad desde el Parque Corgo y el Eco Campus de la Universidade de Tras-os-Montes y Alto Douro (UTAD), el mayor jardín botánico ibérico”, detallan desde la Cámara Municipal.
Además de disfrutar de la espectacularidad de la naturaleza del centro de Vila Real, la ruta permite descubrir la historia de Portugal a través de la Central do Biel, que en la actualidad se está transformando en un museo ya que es reconocida como una de las primeras centrales hidroeléctricas que dieron servicio público en Portugal. En su localización se puede admirar la espectacularidad de la fuerza del agua a través de sus cascadas ya que los “Percusos naturais do Corgo” recupera los senderos que dan acceso a esta central, “para convertirla así en una visita obligatoria", destacan desde la Cámara Municipal de Vila Real.