Molinos de Apúlia, los gigantes desconocidos de la costa norte de Portugal

Uno de los molinos junto a la playa // iStock/Luis Pina

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En la costa portuguesa, a hora y media de Vigo, se alzan frente al inmenso Atlántico los últimos soldados de una época ya olvidada. Estos gigantes, hermanos de aquellos que luchaban con Don Quijote, son una de las estrellas del litoral luso, siempre tan desconocido para muchos. Son los molinos de Apúlia, en Esposende, un área de enorme belleza paisajística enclavados en llamado Parque Natural del Litoral Norte.

Interminables arenales, dunas, pinares, zonas fluviales, lagunas… el espectacular entorno protegido del parque natural del norte luso ofrece un abanico indescriptible, uno de los más hermosos del país, pero además cuenta con elementos patrimoniales como los molinos de Apúlia, unidos por un recorrido entre dunas con una interminable playa de arena blanca a sus pies y el Atlántico batiendo en su orilla.

Panorámica de dos de los molinos, con el Atlántico al fondo // Metropolitano

La zona, hoy uno de los puntos turísticos del país, fue en el pasado una ejemplar muestra de cómo combinar todos los elementos de la naturaleza para mejorar el trabajo del campo. Las abundantes algas de las playas, con aguas muy yodadas, se secaban para más tarde emplear como fertilizante natural en los campos. Los cereales obtenidos se trituraban después en estos gigantes molinos impulsados por los vientos costeros. Testigos de ese pasado de duro trabajo, hoy se han convertido en casas de vacaciones para sus privilegiados propietarios, ya que por ahora no se alquilan.

Aunque son llamativos a cualquier hora, los atardeceres del verano ofrecen una postal maravillosa que nos traslada casi a un cuento de hadas durante nuestro recorrido por las serpenteantes pasarelas construidas entre ellos y sobre las dunas.

A los pies de los molinos, una inmensa playa // Metropolitano

Más allá de los molinos de Apúlia, el entorno ofrece infinidad de atractivos. Las impresionantes playas que recorren decenas de kilómetros ininterrumpidos son uno de los grandes emblemas de Portugal. En Esposende, las playas cuentan con mucho yodo, por lo que son recomendadas para aquellos con problemas de piel, aunque ten en cuenta que el agua está considerablemente fría al estar abierta directamente al Atlántico.

Además, el Parque Natural posee una desbordante naturaleza, como los Pinares de Ofir, o la zona de la orilla del río Cávado, donde habitan aves migratorias como la garza real o la golondrina de mar.

En el entorno está también el Castro de São Lourenço, construido a finales de la Edad de Bronce y ocupado hasta la época romana y posteriormente en la Edad Media.

Cómo llegar a los molinos de Apúlia

Pasarela para recorrer los molinos // Metropolitano

Desde la frontera de Tui con Portugal, existen varias opciones para llegar a Esposende. Una alternativa es cruzar por la A-55 que conecta con la A-3 portuguesa. Tras 33 kilómetros debemos tomar en enlace a la A-27 hacia Viana do Castelo. Podemos aprovechar para realizar una parada en esta pequeña ciudad lusa o optar por continuar directamente hacia Esposende por la A-28. Si lo preferimos, en Viana podemos tomar la Nacional 13, evitando la autopista y circulando por carretera secundaria, aunque nuestro viaje se alargará unos 20 minutos.

Recuerda que parte del viaje transcurre por autopistas con peaje electrónico sin cabinas, por lo que debes contar con un mecanismo Via-T, comprar una tarjeta recargable u optar por la versión EasyToll. Introduciendo tu matrícula y una tarjeta de crédito podrás viajar sin preocuparte. Los cargos se retirarán automáticamente. Puedes hacerlo en la parte final de esta página.

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