Las cinco sorpresas de Vigo que esconde el Poblado de Navidad de Casa Galega da Cultura

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Entre las diferentes atracciones de Navidad, hay una que está despuntando especialmente en cuanto a visitantes se refiere. La recreación de un típico poblado de montaña, que se expone en la Casa Galega da Cultura, está rompiendo todos los récords de asistencia.

El Poboado de Nadal registró en solo diez días la visita de 15.000 personas, según los datos facilitados por el Concello de Vigo. Su afluencia está muy por encima de, por ejemplo, el Belén de Casa das Artes -con unos 9.000 visitantes- e incluso supera a Papá Noel -12.032 pequeños lo han visitado-. Sin embargo, ¿han reparado los visitantes en los cinco elementos distintivos del poblado?

Aunque se trata de una exposición genérica recreando diferentes escenas de un pueblo de alta montaña en plena Navidad, los más perspicaces habrán podido encontrar lo que esconde.

El Sireno

Nada más entrar en la exposición, nos encontraremos con la parte baja de esta particular ciudad, con diferentes casitas y escenas navideñas. Sin embargo, casi mostrando su tímido carácter, aparece, entre los pinos nevados, una figura sobradamente reconocida por vigueses y viguesas. El que ha reinado durante años Porta do Sol antes de que el Dinoseto se hiciera con todos los selfies. Sí, el Sireno aparece representado en este poblado, pero hay más.

El Olivo

Lleva entre nosotros unos 174 años y es uno de los elementos simbólicos más queridos por la ciudad. No en vano, le da su apellido a Vigo, la ciudad olívica. El porte de este centenario árbol, para el que el Concello prepara un aniversario muy especial en 2019, se refleja también en este poblado. Junto a una tienda de Navidad -no muy viguesa, todo hay que decirlo- se alza exuberante el querido Olivo. Eso sí, la nieve por ahora no le afecta y tiñe de blanco sus ramas.

Las Anclas

Conforman el monumento a los Galeones de Rande, obra del arquitecto Desiderio Pernas, y se alzan como el último testigo de la gran batalla que se disputó en las aguas de la ría de Vigo en 1702. Son, sin duda, otro de los elementos más fotografiados de la ciudad con su perspectiva privilegiada en lo alto de O Castro y tampoco podían faltar en el poblado de Nadal.

Monte de A Guía

Vigo es una ciudad de cimas y montes, por lo que en un poblado de Navidad de alta montaña no podían faltar tampoco algunos de sus picos más representativos. Ya finalizando nuestro recorrido, y según ascendemos, nos encontraremos con el Monte de A Guía y su capilla. Se dice que, antiguamente, las mujeres de los pescadores subían para hacer hogueras y así poder orientar a sus maridos de regreso al puerto. Quizá por eso nos encontremos a la luna como "faro" particular de este poblado junto a la Guía.

Dinoseto

Y por último, la estrella por excelencia de Porta do Sol. El protagonista de miles de fotografías. Dinoseto también hace acto de presencia en este particular Poblado de Navidad. El seto con forma de dinosaurio más querido de la ciudad -Rinoseto, lo sentimos- saluda a los viajeros del tren que pasa junto a él. Sin embargo, en el poblado todavía no luce su bufanda de luces y, lo que es más importante, ha perdido a su retoño, dinosetiño.

¿Y tú, los has encontrado a todos? Todavía estas a tiempo, el poblado de Navidad de Vigo en la Casa Galega da Cultura (Praza da Constitución) abre de 17:00 a 21:00 horas de lunes a viernes. Los sábados, domingos y festivos la muestra se podrá ver de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas. Además, habrá apertura especial el 25 de diciembre, 1 de enero y 6 de enero con los horarios de 12:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00. Por su parte, el 24 y 31 de diciembre la recreación se podrá ver de 12:00 a 20:00 horas y el 5 de enero se podrá visitar de 12:00 a 21:00.

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