En una de las zonas más turísticas de Galicia se despliega una pasarela de madera de más de dos kilómetros de extensión que recorre la costa. Se trata del sendero de Pedras Negras, en O Grove, una ruta que conecta las playas de Pedras Negras y Con Negro en un paseo que bordea todo el litoral. La superficie se construyó en el año 2001 tras una inversión de más de 500.000 euros para hacer más accesible esta sección costera de la provincia y se amplió hace tan solo cuatro años.
La ruta constituye hoy un gran reclamo para vecinos y turistas que cada día la recorren, sobre todo durante los meses de buen tiempo, para disfrutar de los paisajes, de las playas de arena blanca y las aguas azules que la bañan en la Ría de Arousa. Pero es también una buena alternativa para los días soleados de otoño, invierno o primavera. Se trata de un sendero muy sencillo, relativamente accesible (aunque hay secciones que discurren por tierra o a través de los propios arenales) y que se puede completar en tan solo una hora.
El recorrido lineal de Pedras Negras, también conocido como Paseo de San Vicente do Mar da comienzo en la playa que le da nombre. Tras pasar el arenal de Farruco se puede apreciar una gran escultura de piedra que rinde homenaje a los ciudadanos que en 2002 pusieron su granito de arena ayudando a limpiar las playas de chapapote originado tras la catástrofe del Prestige.
En la playa de A Barrosa, tras dejar atrás la escultura, se encuentra el Náutico de San Vicente, un curioso local en el que no solo se puede disfrutar de una bebida refrescante y unas tapas, sino que también organizan fiestas, conciertos con algunos de los artistas más reconocidos del momento y actividades como paddle surf, kayak, yoga o alquiler de bicicletas. Continuando por el paseo de madera encadenaremos la Punta Abelleiro y la playa de Abeleira, así como la playa de Canelas, un arenal de casi 300 metros de longitud y de aspecto salvaje.
Al final de este arenal termina la pasarela y comienza un último tramo que se realiza a través de caminos de tierra entre matorrales. Son estos mismos caminos los que bordean la abandonada Batería Militar J-1 de O Grove, que esconde búnkeres, cañones y pasadizos entre la escasa vegetación y la orografía del terreno. Al otro lado, hacia el mar, la tónica general será una costa sumamente rocosa hasta finalmente llegar a la playa de Con Negro.
Esta será la última ubicación, o la primera en caso de hacer la ruta en dirección contraria, que también es posible. La playa de Con Negro no desentona del resto de la costa de la península, arenas claras y aguas limpias y cristalinas. Sin duda lo que llama la atención son las enormes formaciones rocosas que emergen en medio del arenal, el cual deja unas vistas espectaculares de la isla de Sálvora.
La ruta termina aquí, pudiendo volver sobre nuestros pasos y recorrerla con unas nuevas perspectivas. Aunque pueda parecer que el camino no esconde nada, la conexión con el entorno es total y merece la pena perderse entre pensamientos a la vez que se disfruta de la brisa marina y de un paseo a orillas del mar.