Puente de Gundián, donde pasado y futuro conviven entre leyendas templarias

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Donde ahora se erige los puentes de la localidad de Vedra, además de contar con una extraordinaria belleza natural, también se caracteriza, como tantos otros lugares de Galicia, por protagonizar numerosas leyendas locales. En este caso, sus protagonistas son los templarios, una orden militar cristiana que estuvo vigente durante la Edad Media y que está rodeada de misterios. Cuentan que antiguamente había una laguna y entre las rocas del actual “Paso da Cova” un monasterio de los templarios del siglo XIV, pero del que no se conserva actualmente nada. El relato legendario responsabiliza a los monjes de dicho monasterio de haber perforado este monte para secar la laguna, dando lugar a este estrecho paso.

El Puente de Gundián, uno de los enclaves turísticos del Concello de Vedra, se encuentra a 20 minutos de Santiago de Compostela y a una hora de Vigo. Este lugar, que hoy en día cuenta con un mirador y conecta con una de las rutas de senderismo que propone el Concello, es un espacio en el que el pasado y la actualidad se enfrentan gracias a sus construcciones sobre las aguas del río Ulla.

El antiguo Puente de Gundián empezó siendo, en el año 1958, parte de la antigua red ferroviaria entre Santiago de Compostela y Ourense. Justo por debajo se encuentra el río Ulla, uno de los cursos fluviales más importantes de Galicia. Esta construcción se empezó a mediados del siglo XX teniendo en cuenta las dificultades de la zona y respetando el terreno, considerando además que era uno de los puntos más estrechos del lugar para poder construirlo. En la ladera sur, conecta con el "Paso da Cova", un filón de cuarzo de unos cuatro kilómetros, mientras que al otro lado se erige el monte Castro. Actualmente, cuenta con dos líneas ferroviarias operativas cuyo tren circula a mitad de la tarde, por lo que cuenta con vigilancia a esas horas. El resto del día, muchos deciden subir y apreciar las bonitas vistas del valle.

En frente del antiguo puente se encuentra su hermano más joven construido en 2010. Tomó como referente a su predecesor para dar paso a una de las redes de alta velocidad de mayor altura de España, ya que el punto más elevado se encuentra a 170 metros. Este puente recibió el Premio San Telmo en el año 2011, que otorga el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Galicia a la obra más característica de la comunidad.

Entre ambos puentes se encuentra el Mirador de Gundián, desde donde se puede apreciar el choque de ambas estructuras, de lo antiguo y de lo moderno. Justo desde ese mirador comienza la Ruta de San Xoán da Cova de 11,2 kilómetros, que cuenta con una duración, aproximada, de tres horas y quince minutos. En esta ruta podemos admirar el Muíño de Reboredo, además de áreas recreativas hasta llegar al final del recorrido, el Área de recreo de Cubelas. Todo este recorrido se hace por las orillas del río Ulla.

También cerca se encuentra el Santuario de la Virgen de Gundián, desde donde se puede ver ambos puentes, pero desde una perspectiva diferente, desde el suelo, casi en la orilla del río. El santuario fue construido en el siglo XVIII y se encuentra en un espacio boscoso cargado de historia.

Esta visita nos muestra el pasado de la historia ferroviaria gallega y es de los únicos puentes al sur del río Ulla que pertenecen a la provincia de A Coruña. Tan solo por los paisajes que puedes ver desde el antiguo puente y su mirador, que te quitan el aliento, ya vale la pena acercarse. Además, si eres aficionado al senderismo tienes la opción de hacer la ruta de San Xoán. Una pequeña escapada con la que disfrutar de la naturaleza, la arquitectura y la vida saludable

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