Ruta entre playas, astilleros, un faro y miradores a la Ría: así es el Sendero Litoral y del Monte de A Guía

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Vía Verde, el paseo del Lagares o la ruta entre faros de Cíes. Son las opciones de senderismo más conocidas. Las tres poseen el reconocimiento de "Sendero Azul". La senda que conecta Vía Norte con Chapela desde hace solo unos días, pero otra de las alternativas para disfrutar de la naturaleza en la ciudad olívica mientras caminas o haces running y que posee también la enseña que otorga ADEAC se encuentra en el barrio de Teis. Se trata del Sendero Litoral y del Monte de A Guía, un recorrido de casi seis kilómetros (concretamente 5,8), de dificultad media y con una duración de 100 minutos.

A través de un trazado circular, el Sendero Litoral y del Monte de A Guía arranca en el mar y recorre una parte importante del litoral para luego subir al Monte de la Guía, a 128 metros, desde donde se podrá disfrutar de una espectacular panorámica de la Ría y de la ciudad olívica. Una vista magnífica que se convertirá en el avituallamiento ideal antes de descender, de nuevo, hacia el punto de salida.

Durante el recorrido, la franja litoral del barrio de Teis nos mostrará los diferentes grados que ha ejercido la intervención humana en esta zona de la ciudad olívica. Los paisajes y los contextos se entremezclan. La naturaleza se combina con un escenario industrial con la presencia del naval a través de los astilleros localizados entre pequeñas playas, así como la presencia del área desmilitarizada de la ETEA junto a playas como A Punta, Temoeiras o Areíño, al lado del paseo.

Los acantilados y la playa de O Faro, entre Punta Areíño y la playa de A Lagoa -donde se encuentra un puerto deportivo- y las empresas auxiliares y astilleros situados entre los arenales de A Fábrica y A Manquiña son otro punto del recorrido donde se ejemplifica ese cóctel que nos recuerda el pasado industrial de la urbe gallega, un pasado que emergió en pleno litoral de un barrio obrero como Teis. Además, ahora se puede contemplar el conocido como el Faro da Guía, situado en el entorno del campo de fútbol y cuyo origen se remonta a 1842, año en el que los comerciantes de Vigo, con la mediación del cónsul inglés, solicitaron un faro en el fondo de la Ría para orientar a los buques mercantes. Junto al Faro, uno de los grandes balcones de la Ría, el Mirador de Punta Areíño, desde donde se puede degustar unas impresionantes vistas hacia la ría de Vigo.

Otro de los puntos destacados de esta Sendero Litoral y del Monte de A Guía se encuentra en lo alto, con su ermita rodeada de elementos de interés patrimonial como el gravado rupestre de Gondosende "Pedras das Augas", un yacimiento de la Edad de Bronce que representa el arte rupestre de esa época.

Desde el punto de vista ambiental destacan los fondos marinos; representados por grandes bancos de arena en los que se trabaja el marisqueo de almeja y navaja, praderas de laminaria y zostera o las poblaciones de caballitos de mar. La costa rocosa entre Punta Areiño y la playa de A Lagoa que conservan, en la parte terrestre, hábitats y especies de gran valor como pequeños rodales de melojo (Quercus pyrenaica) o la mariposa arlequín (Zerynthia rumina), especie catalogada "en peligro de extinción".

También hay que mencionar la Carballeira, cedida al Concello de Vigo por Doña Fermina Alonso Lamberty y que posee árboles, casi centenarios, en este espacio se están realizando trabajos para la recuperación de insectos xilófagos (que se alimentan de madera muerta) tales como, los ciervos volantes (Lucanus cervus) y el escarabajo longicornio (Cerambyx cerdo).

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