El turismo se ha vuelto una actividad habitual para todas las edades. Tal vez hace unos años había más reacios a salir de su zona de confort y descubrir mundo, pero ahora, ¿a quién no le gusta viajar? Con el auge de esta actividad muchas zonas y ciudades se han volcado en ofrecer servicios atractivos a los visitantes y el cambio radical de algunas zonas que se han "turistizado" lleva a muchos a replantearse la viabilidad y sostenibilidad del sistema tal y como se está desarrollando.
Hay quienes optan por proyectos más diferenciales, que no se centran tanto en el turismo de masas sino en ofrecer algo diferente y único a quienes lo deseen. Casualmente, se trata de opciones mucho más respetuosas e integradoras con la naturaleza, enfocadas a un público que busca desconexión y relax a la vez que descubren entornos únicos. En Galicia arrasan.
El patrimonio natural de la comunidad tiene mucho que ofrecer y hay quien ya se ha sumado a aprovecharlo de las maneras más originales. Se trata de alojamientos que están en boca de todos y que a pesar de su todavía corta trayectoria se han posicionado como grandes reclamos dentro del sector. En primer lugar por sus características y en segundo lugar, por haber sabido mostrar sus puntos fuertes a través de una buena estrategia online.
Como consecuencia, es complicado pasar las stories de Instagram sin encontrar a alguien que disfruta de un baño en un jacuzzi entre árboles o que graba las estrellas desde la cama.
Cabaniñas do Bosque
Unas habituales de la red social son las Cabaniñas do Bosque, un proyecto que empezó sus andadas en 2013 pero que ha explotado estos últimos años. Su apuesta: "alojamientos singulares y pioneros en Galicia, apartamentos ubicados en árboles, de gran calidad arquitectónica, ecológicos y muy respetuosos con el paisaje y el territorio donde se ubican". Auténticas cabañas de árbol, como las de las películas, pero a gran escala.
Su público, como ellos mismos aseguran es principalmente joven, lo que favorece que tengan más de 160.000 seguidores en su perfil de Instagram, donde comparten muchas y fotos y suelen publicar algún que otro sorteo.
Actualmente disponen ya de unas cuantas repartidas por los montes de Serra de Outes, en el entorno de la ría de Muros e Noia. Os Apriscos, Cabañas do Barranco, Finca Mourelos... cada una de ellas con unas características y opciones para cada pareja o grupo. En sus cabañas se puede disfrutar de un buen baño en sus jacuzzis, de dormir en medio de un bosque, a orillas de un lago o con vistas a la ría. Cuentan con todas las prestaciones pero además, para quienes quieran olvidarse por completo de las tareas del día a día, proponen servicio de nevera llena y desayuno, es decir, paquetes que incluyen también las principales comidas.
Para hacer la estancia única ofertan algunas cosas más: suplemento de mascotas para que también ellos puedan disfrutar de la escapada, opción de pétalos de rosa sobre la cama, de ramo de flores, botella de champán... todo en bandeja para que la única obligación sea disfrutar y descansar. Pero en medio de tanto relax también puede apetecer algo de acción, y para eso están las rutas o caballo, barranquismo, senderismo o kayak que proponen desde las Cabañitas.
Albari Burbujas
Tumbarse a ver las estrellas en la comodidad de una habitación privada, en medio de la naturaleza gallega. Suena difícil pero es posible gracias a Albari, una empresa que ha apostado por combinar la divulgación astronómica con el turismo natural, y parece que con éxito puesto que ya son 26.000 seguidores en su perfil.
Sus burbujas brillan en A Coruña y en Sanxenxo y están completamente equipadas para pasar unos días de desconexión y observación astronómica sin echar nada de menos. Una cama de cuento, una gran bañera y hasta un telescopio completan la oferta de esta escapada. Pero además la comodidad de aparcamiento y jardín privado con zona chill out, para disfrutar a cielo abierto pero con toda la intimidad posible.
Nidos de Carnota
De nuevo unas curiosas cabañas en medio de la naturaleza, pero en esta ocasión con una función más allá del descanso y el turismo. El proyecto nace de la ilusión de Miguel Fernández, un apasionado del turismo rural y de la obsesión de Luis Pereira, las aves. En torno a estas gira la idea, construir un espacio enfocado al turismo y al avistamiento y observación de aves de una forma respetuosa con el medio, completamente integrada, que hoy es una realidad con 20.000 seguidores.
La inspiración en el mundo ornitológico se deja ver desde la decoración de las cabañas hasta el propio nombre del alojamiento. Las habitaciones se encuentran elevadas sobre el suelo, como los auténticos nidos de los pájaros, construidas completamente en madera. Además, sus bañeras blancas y redonditas son el huevo que todo nido necesita.
Sus estancias incluyen desayuno, explicaciones en el centro de interpretación, cama king size, ordenador o chimenea, entre otras muchas comodidades, ¿así quién abandona el nido?