Los 313 concellos gallegos ofrecen multitud de atractivos y un patrimonio histórico y natural que tardaríamos una vida en poder recorrer y disfrutar como se merece. Para ayudarnos a priorizar nuestra visitas, nació la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España, que busca "poner en conocimiento de todo el mundo los maravillosos pueblos que salpican la geografía española". En Galicia, la asociación destaca por ahora tres entornos a visitar, con las dos últimas incorporaciones sumadas en 2017. Estos son los tres municipios que la asociación propone para disfrutar de los diferentes escenarios de Galicia, todos ellos, por cierto, alejados de la más turísticas costa de sol y playa.
Mondoñedo: historia, leyendas y naturaleza
Modoñedo (Lugo) es una de las joyas gallegas, tanto por su pasado monumental, su peso histórico y su riqueza natural. Capital de A Mariña central, en el norte de Lugo, cuenta como principal atractivo, o el más conocido, con el casco antiguo coronado por la Catedral de Mondoñedo, declarado conjunto histórico-artístico en 1985.
En algunos puntos todavía es posible descubrir la vieja muralla medieval, levantada en el siglo XIV, que rodeaba el núcleo urbano y que lo aislaba de los malhechores o las infecciones como la peste. Pasear por su casco histórico es deleitarse con el pasado, con calma, imaginando como Álvaro Cunqueiro, natural de este municipio, recorría sus calles.
Mondoñedo fue la capital de una de las siete provincias históricas del Reino de Galicia y fue escenario de episodios históricos como la decapitación del mariscal Pedro Pardo de Cela. Tras ser acusado de traición, cayó sobre él la pena capital y, aunque su mujer logró finalmente el perdón real, dice la leyenda que sus enemigos retuvieron a los portadores del indulto el tiempo suficiente para acabar cumplir la sentencia. Precisamente su historia da nombre a otro de los puntos más visitados, la Ponte do Pasatempo, un puente medieval en el que, cuenta la leyenda, los canónigos de la Catedral entretuvieron a su mujer con el indulto de los Reyes Católicos para que así no llegara a tiempo para salvarle la vida.
Además de su patrimonio histórico, Mondoñedo cuenta con un rico patrimonio natural. Si te acercas, existe la posibilidad de disfrutar de la ruta del agua que, a lo largo de sus 10 kilómetros, transcurre por el valle del río Valiñadares para llevarnos a la Cova do Rei Cintolo, una de las joyas geológicas de Galicia, o a la espectacular cascada del Salto de Coro.
Por cierto, la Tarta de Mondoñedo es la joya gastronómica elaborada a partir de almendras crudas, cabello de ángel y frutas. La podrás disfrutar en alguna de sus pastelerías. Por último, destacar que en Mondoñedo se celebran las ferias más antiguas de Galicia. Se trata de las Feiras e Festas de San Lucas, que fueron se celebran desde 1156. Aunque inicialmente tenían lugar en agosto, con el tiempo se trasladaron a los días 17, 18, 19 y 20 de octubre.
Castro Caldelas: tierra feudal de bosques mágicos
Situado en la Ribeira Sacra, Castro Caldelas (Ourense) es sinónimo de regresar al pasado y disfrutar de unos paisajes asombrosos. El municipio destaca, como no podía ser de otra forma, por su impresionante castillo, muy bien conservado, que nos hace recordar el pasado bélico de estas tierras. La historia de Castro Caldelas es intensa y rica y, de hecho, gozó de una gran importancia en diferentes momento de la Historia. Lo acredita el Foro de Bonoburgo de Caldelas, firmado en 1228 por el Rey Alfonso IX, que otorgaba privilegios a sus vecinos. Además, este documento es el más antiguo escrito en gallego en Galicia.
Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1998, lo primero que atisban nuestros ojos es su impresionante castillo, construido en el siglo XIV, tuvo un papel protagonista en la Revuelta Irmandiña. Las fuerzas Irmandiñas lo tomaron y lo destruyeron parcialmente, aunque finalmente el conde de Lemos, Pedro Álvarez Osorio I, obligó de nuevo a los vecinos a reconstruirlo. Tras pasar por diferentes familias, llegó a estar en manos de los Alba, que finalmente lo cedieron al Concello.
El entorno en el que nos encontramos nos permitirá también disfrutar de miradores como el de Matacás, que se abre sobre el Cañón del Sil en las escarpadas laderas que sirven de sustento para los viñedos en bancales. La ruta de senderismo para llegar a él coincide con el Sendeiro dos Bosques Máxicos de Castro Caldelas, un trayecto de 20 kilómetros que recorre algunos de los principales puntos turísticos, como el Monasterio de San Paio de Abelada, y nos adentra en bosques de cuento como el Souto de Poboeiros.
En cuanto a la gastronomía, destaca su Bica amantecada y sus ricas carnes de ternera gallega de raza Caldelá. Una de sus fiestas más destacadas nos acerca a su paganismo ancestral con la celebración de Os Fachós, que se celebra en el mes de enero y convierte al pueblo en una gran procesión de culto al fuego con cientos antorchas de paja ardiendo, la principal con varios metros de longitud. Por cierto, si visitamos Castro Caldelas también podremos dormir en la que fue casa del intelectual gallego Vicente Risco, hoy convertida en posada rural.
Ponte Maceira: un puente de cuento
Uniendo los concellos coruñeses de Ames y Negreira nos encontramos con un puente cuyo origen algunos datan en la época romana y que fue posteriormente reconstruido sobre sus bases durante la Edad Media y que da nombre a este pequeño pueblo, situado en la parroquia de Portor. Con el río Tambre a sus pies, este puente destaca por su calzada estrecha y su piedra granítica de estilo medieval.
En el entorno nos encontraremos, a ambas orillas, un núcleo de población con casas de construcción típica en Galicia, calles empedradas y un cuidado entorno en el que, además del puente, podremos disfrutar (desde el exterior, ya que es privado) del Pazo de Baladrón, una muy bien cuidada casona gallega, y un conjunto de tres molinos de agua junto a una presa que forma una icónica cascada de pequeño tamaño.
Todo el entorno constituye una imagen de postal y, de hecho, es uno de los puentes más bellos de la Galicia rural. Es además punto central del Camino marítimo de Santiago, uniendo la capital gallega con Fisterra.