Eva Castro y Lucía Riveiro son dos jóvenes viguesas que cruzaron sus vidas por casualidad. Cuando se conocieron trabajando en una librería no pensaron que tras una "idea loca" sus caminos fueran a derivar en lo que hoy es Auga de Maio, un spa urbano en el corazón de Vigo. El centro se ubica en la calle María Berdiales 35 y es fácilmente reconocible por sus altas paredes verdes, tras las que se esconden estancias y rincones pensadas al detalle para la relajación y el bienestar. Con apenas dos meses de vida, pero tras varios años de duro trabajo, lo que era el sueño de estas dos emprendedoras gallegas es hoy una realidad.
"Buscábamos crear un sitio diferente. Al principio nos orientamos mucho en lo que es el aspecto de relajación, pero finalmente decidimos abrirnos también a estética y a lo que es el spa urbano, así abarcamos todo lo que es posible en el centro de la ciudad", nos comenta Eva Castro, una de las impulsoras del proyecto. También por ese deseo de crear un espacio único, la apertura que en principio estaba prevista para 2020 se aplazó a este año, ya que la pandemia retrasó las obras que permiten que hoy Auga de Maio se distribuya en espacios circulares, con un gran jacuzzi como protagonista del local, con capacidad para hasta cinco personas.
Aunque es un espacio orientado a adultos, entre sus servicios se pueden encontrar también algunas opciones para disfrutar en familia, con los más pequeños de la casa, como los masajes con chocolate para niños (de más de 7 años) que cuentan con una degustación posterior. De hecho, Auga de Maio posee una oferta muy variada de servicios, que se pueden consultar en su página web: desde variados circuitos de spa para disfrutar solos o en compañía, tratamientos de belleza tanto corporal como facial con las últimas tecnologías e infinidad de opciones de masajes, pasando por maderoterapia y hasta un recorrido por los diferentes países con su catálogo "Viaja por los continentes".
Esta última propuesta consiste en utilizar técnicas y productos originarios de cada continente, con un "especial Galicia" y otro apodado "Vuelta al mundo", para los que Eva asegura que "costó mucho encontrar productos que encajaran, pero sin duda queríamos ser fieles y ofertar aquellos que de verdad proviniesen y se utilizasen allí". El resultado ha merecido la pena, pues asegura que "es el servicio más sorprendente y diferenciador" dentro de su catálogo.
Tras dos meses en funcionamiento, desde el establecimiento celebran la buena acogida que han tenido, tanto en la inauguración del pasado 20 de mayo como en las últimas semanas, donde han visto como sus cabinas empiezan a ser ocupadas por aquellos que quieren disfrutar de un rincón de paz en medio del ajetreo de la ciudad.