Así es la historia de Pepe Coruto, el "sabio do río Miño" al que Tomiño rinde homenaje en sus fiestas

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La de José Álvarez Gayoso, Pepe Coruto, es una vida unida de lleno al río. Se trata de un hombre sabio que inventó, innovó y empleó todo cuanto sabía en el momento justo para aprovechar los recursos del Miño. Por este motivo, el Concello de Tomiño homenajeará en sus Festas do Alivio a este este tomiñés que transformó la pesca la angula y fundó la Asociación de Pescadores do Río Miño.

Así, por su aportación al crecimiento y al desarrollo del futuro de Tomiño, el Concello le rendirá a Pepe Coruto un sentido homenaje en el Acto Cívico, que tendrá lugar este sábado 9 de septiembre en la Praza do Seixo y estará amenizado por la Agrupación Musical de Goián.

La historia de Pepe Coruto

De pequeño, Pepe Coruto siempre andaba en el campo y no fue hasta los 14 años cuando se metió en el río y unió su devenir al del río Miño, que fluye sin descanso como hilo conductor de su historia y de la identidad de Tomiño. Llegó en una época en la que el río estaba lleno de pescado y de gente, que pescaba día y noche con diferentes técnicas para ganar el pan durante todo el año.

Pronto se hizo destacar por su trabajo y sus ideas, como la de construir un barco. Y allí, en el primer piso de la casa que había sido de sus abuelos y en otro tiempo de curas, nace "Atlántico", un barco de dos puntas que podía trabajar también cuando había temporal sin que le había entrado el agua.

Fue entre marea y marea como, casi sin quererlo, se convirtió en el gran transformador de la pesca de la angula. En es momento, el meixón no estaba cotizado, solo se cogía con peneira por tierra y hasta se lo echaban a las gallinas, hasta que los vascos comenzaron a comprarlo y montaron el primer vivero en Torrón.  Un día, Pepe Coruto se dio cuenta de que el meixón iba con la marea y que lo hacía por medio del río, así que ideó una red con dos anclas de manera que el meixón no tenía por donde escapar. Fue así como transformó la pesca de la angula.

Durante unos años solo la tenía él. Pero comenzó la actividad de los areeiros, con agujeros en los que se enrocaban las redes y chupones que extraían todo lo que estaba en las tornas, incluida la cría de la lamprea. En ese momento Pepe Coruto comenzó su andadura con la Asociación de Pescadores do Río Miño, de la que fue fundador y su primer presidente y que llegó a tener hasta 250 socios.

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